El Misterio de Cupido y Psique
Había una vez en un reino lejano, una hermosa joven llamada Psique, cuya belleza era tan deslumbrante que despertaba la envidia de las diosas.
Mientras tanto, en el Olimpo, Cupido, el dios del amor, observaba con preocupación cómo la gente dejaba de adorarlo a él para adorar a la hermosa Psique. Decidió tomar cartas en el asunto y orquestó un misterioso plan para conocer a la joven.
Una noche, cuando todos dormían, Cupido se deslizó en silencio hasta el palacio de Psique y la visitó en sueños. Allí le habló, compartiendo su amor y estremeciendo con su misteriosa presencia. Psique, confundida y fascinada, se preguntaba si lo que había vivido había sido real. -¿Quién eres? - preguntó Psique al misterioso visitante.
-Soy el amor que has despertado en tantos corazones, pero ahora soy solo un misterio- respondió Cupido. Psique, fascinada por el enigmático encuentro, se dispuso a buscar a aquel ser misterioso que había robado su corazón.
Las habladurías del pueblo hablaban de este misterioso amante como un ser mágico y temible. Sin embargo, Psique, valiente y decidida, emprendió un viaje en busca de Cupido, con la esperanza de descubrir la verdad detrás de su misteriosa visitante.
En su búsqueda, se encontró con personajes misteriosos y desafíos que pusieron a prueba su inteligencia, valor y bondad.
Finalmente, siguiendo los consejos de una hormiga sabia y un águila amorosa, llegó ante la presencia de Afrodita, la madre de Cupido, quien había ordenado los misteriosos encuentros para poner a prueba a Psique. Con su ingenio y su corazón puro, Psique conquistó la sabiduría de Afrodita y con ello el amor eterno de Cupido.
Su valentía y bondad habían resuelto el misterio y, al encontrar la verdad del amor, junto a Cupido, pudo hallar la felicidad que tanto ansiaba. Así fue como el amor y la belleza se unieron en un eterno abrazo, revelando que, a veces, el misterio esconde las más grandes bendiciones.
FIN.