El Misterio de Don Pajarito

Había una vez una escuela llamada "La Escuela Embrujada", ubicada en el tranquilo pueblo de Villa Espanto. Esta escuela tenía un patio muy grande y hermoso, lleno de flores y árboles frondosos.

Pero había algo extraño en ese patio: un espantapájaros que parecía estar siempre observando a los niños mientras jugaban. Los alumnos de la escuela, curiosos como eran, se acercaron al espantapájaros para investigar más de cerca.

Para su sorpresa, descubrieron que no era un espantapájaros común y corriente, ¡era un espanta paja! Estaba hecho completamente de pajas y ramas secas. Los niños no sabían qué hacer con él, así que decidieron llevarlo a su aula para mostrarle a su maestra, la señorita Clara.

Al principio, la señorita Clara estaba asustada por el aspecto del espanta paja, pero después recordó algo importante: "No debemos juzgar a las personas por su apariencia".

Así que decidió darle al espanta paja una oportunidad y le preguntó cómo se sentía estando solo en el patio todo el tiempo. El espanta paja respondió con voz temblorosa: "-Me siento triste y abandonado. Todos me tienen miedo por mi apariencia".

La señorita Clara sintió mucha empatía hacia él y decidió ayudarlo. Se dieron cuenta de que el problema era la falta de comunicación entre ellos y los demás niños.

Entonces organizaron una reunión especial en la cual todos tendrían la oportunidad de conocer al espanta paja y escuchar su historia. Los niños se sorprendieron al descubrir que el espanta paja tenía un nombre: Don Pajarito.

Don Pajarito les contó que solía ser un pájaro feliz, pero un día una fuerte tormenta lo separó de su familia y lo dejó solo en el patio de la escuela. No sabía cómo volver a casa y decidió convertirse en un espantapájaros para proteger a los otros pájaros del lugar.

Los niños se sintieron conmovidos por la historia de Don Pajarito y decidieron ayudarlo a encontrar a su familia. Juntos, buscaron pistas sobre el paradero de los demás pájaros y organizaron una búsqueda en todo el pueblo.

Después de mucho esfuerzo, encontraron a la familia de Don Pajarito viviendo en un árbol cercano. Todos estaban muy felices de reunirse nuevamente, incluyendo a Don Pajarito. Los niños celebraron este momento tan especial con una gran fiesta en honor al valiente espanta paja.

A partir de ese día, Don Pajarito ya no fue temido ni ignorado por los demás.

La Escuela Embrujada se convirtió en un lugar lleno de amor y comprensión, donde todos aprendieron que las apariencias pueden engañar y que es importante darle una oportunidad a las personas antes de juzgarlas. Y así, gracias al valor y empatía mostrados por los niños, Villa Espanto se convirtió en un ejemplo para otras comunidades vecinas.

A partir de entonces, cada vez que alguien veía un espantapájaros asustando aves o merodeando por ahí solitario, recordaban la historia de Don Pajarito y le daban una oportunidad para contar su historia. Fin.