El misterio de la biblioteca encantada



Había una vez, en un pequeño pueblo, una biblioteca mágica que guardaba los libros más extraordinarios del mundo.

En este lugar, vivía la señorita Matilda, una bibliotecaria muy especial que tenía el don de transformar las historias de los libros en experiencias reales para aquellos que se animaran a sumergirse en sus páginas. Un día, un grupo de alumnos de séptimo grado visitó la biblioteca para un trabajo escolar.

Allí, la señorita Matilda los recibió con una sonrisa cálida y les contó sobre la magia de la literatura. Los chicos, incrédulos, pidieron a la señorita Matilda que les mostrara algo realmente sorprendente. "¿Es verdad que los libros pueden llevarnos a otros lugares?", preguntó Lucía, una de las alumnas.

La señorita Matilda sonrió y les propuso un desafío: elegir un libro cada uno y sumergirse en su lectura durante una hora en la biblioteca. "Pero no cualquier libro", aclaró la señorita Matilda, "deben elegir el libro que les hable al corazón".

Los chicos se dispusieron a buscar entre las estanterías y finalmente cada uno tomó un libro que les llamó la atención.

Lucía eligió un libro de aventuras, Martín uno de misterio, Valentina uno de ciencia ficción y Tomás uno de fantasía. Una vez todos sentados, comenzaron a leer con atención. De repente, una luz mágica envolvió la biblioteca y los chicos se vieron transportados a los mundos de sus libros, convirtiéndose en los protagonistas de las historias.

Lucía surcaba mares, Martín resolvía enigmas, Valentina exploraba galaxias y Tomás luchaba contra dragones. Al término de la hora, los chicos regresaron a la biblioteca, emocionados y con los ojos brillantes.

Habían vivido las aventuras más increíbles, todo gracias a la magia de la literatura. La señorita Matilda les sonrió y les dijo: "Ahora que han experimentado la magia de los libros, nunca olvidarán el poder de la imaginación y la escritura.

Ustedes también pueden crear mundos maravillosos a través de sus propias historias". Los chicos asintieron emocionados, sabiendo que habían descubierto un tesoro invaluable en la biblioteca encantada.

Desde ese día, cada uno de ellos se convirtió en un ávido lector y escritor, inspirados por la magia de la literatura y la imaginación.

FIN.

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