El misterio de la cafetería encantada
Majo era una mujer valiente y curiosa que adoraba explorar lugares nuevos. Un día, mientras disfrutaba de un delicioso café en una cafetería del centro histórico de Quito, conoció a Frank, un hombre amigable y aventurero.
De pronto, se dieron cuenta de que aquel lugar estaba encantado y una fuerza misteriosa les impedía salir. Ante ellos apareció un hada, quien les explicó que debían superar tres pruebas para ser liberados.
La primera prueba consistía en encontrar la llave que abriría la puerta mágica. Majo y Frank decidieron unir fuerzas y comenzaron a buscar por todo el café. Después de revisar cada rincón, Majo descubrió la llave escondida entre los granos de café.
Con la llave en mano, se dirigieron a la puerta mágica. Al girar la llave, un túnel brillante se abrió ante ellos. La segunda prueba era enfrentar sus miedos en un laberinto encantado.
Majo recordó las palabras de su abuela: 'El valor está en saber enfrentar lo desconocido sin temor'. Tomaron aire y se adentraron en el laberinto. Superaron obstáculos y desafíos, confiando en su valentía y amistad mutua. Finalmente, alcanzaron la salida. La tercera prueba consistía en resolver un acertijo mágico.
Trabajando en equipo, Majo y Frank descifraron el enigma y una luz brillante llenó la cafetería, disolviendo el encantamiento. El hada apareció nuevamente, felicitándolos por su valentía y espíritu de colaboración.
Majo y Frank salieron del café, habiendo fortalecido su amistad y aprendido la importancia de la valentía, la amistad y el trabajo en equipo.
FIN.