El Misterio de la Casa Abandonada



Era un viernes por la tarde cuando me junté con mi amigo Lucas para ir a explorar el bosque que estaba al borde de nuestro pueblo.

nn"¿Te imaginás lo que podríamos encontrar?" - me dijo Lucas con los ojos brillantes. nn"Tal vez algún tesoro escondido o un árbol gigante que tenga mil años" - respondí emocionado.nnCon una mochila llena de provisiones, comenzamos nuestra aventura. Caminamos y caminamos, riendo y jugando.

Pero, de repente, nos perdimos, y al mirar alrededor nos dimos cuenta de que no sabíamos en qué dirección habíamos venido. nn"Che, esto no pinta bien..." - comentó Lucas, un poco preocupado. nnJusto en ese momento, un auto apareció de la nada.

Era un descapotable rojo brillante. nn"¿Chicos, necesitan ayuda?" - preguntó un hombre con una sonrisa amigable mientras se bajaba del auto.nnAmbos miramos a Lucas y él asintió. nn"Sí, por favor.

Estamos perdidos en el bosque y no sabemos cómo volver a casa" - le dije. nnEl hombre nos ofreció subir a su auto, y sin pensarlo dos veces, nos subimos. La música sonaba fuerte y divertida, como si estuviéramos en una película de aventuras. Pero de repente, todo se volvió oscuro.

nnCuando abrimos los ojos, estábamos en un lugar extraño. Nos encontramos en una habitación de una casa muy antigua que crujía en cada paso. nn"¿Dónde estamos?" - preguntó Lucas asustado. nn"No tengo idea...pero

creo que esto no es nuestro barrio. ¿Ves esa puerta?" - le dije señalando a una puerta entreabierta. nnCaminamos hacia ella, y apenas la abrimos, un viento helado nos chocó en la cara.

Dentro había un espejo cubierto de polvo que reflejaba nuestras caras asustadas. nn"Tal vez deberíamos volver a salir..." - sugirió Lucas, mientras miraba nerviosamente a su alrededor. nnPero antes de que pudiéramos dar un paso, escuchamos una risa extraña proveniente del pasillo. nn"¿Oíste eso?" - susurré.

nn"Sí, y no me gusta nada... Vamos a investigar, si encontramos la salida quizás podamos volver a casa" - propuso Lucas, tratando de demostrar valor. nnSalimos del cuarto y empezamos a caminar por el pasillo.

Las paredes estaban cubiertas con fotos antiguas y los ojos de las imágenes parecían seguirnos. nn"Esto se siente muy raro..." - dije, temblando un poco. nnDe repente, una puerta se cerró de golpe detrás de nosotros.

nn"¡Corre!" - gritó Lucas mientras comenzábamos a correr por el pasillo. No teníamos idea de hacia dónde íbamos, pero algo nos decía que no podíamos quedarnos ahí. nnEn una esquina, encontramos una cocina cubierto de telarañas y un gran armario.

nn"¿Y si hay algo peligroso ahí?" - le dije mientras miraba el armario. nn"Pero tal vez haya algo que nos ayude" - respondió Lucas. nnAmbos nos acercamos y abrimos el armario. Para nuestra sorpresa, no había nada peligroso, solo una vieja lámpara.

nn"¿Y esto qué hará?" - pregunté confundido. nn"No sé, ¡intentémoslo!" - y Lucas la encendió. nnDe repente, la lámpara iluminó la habitación y las sombras comenzaron a bailar de manera divertida. nn"Mirá, no hay nada de qué asustarse.

La casa quiere que nos divirtamos, no que tengamos miedo" - dijo Lucas mientras comenzaba a reír, y yo hice lo mismo.

nnPasamos un rato jugando en la cocina, conociendo cada rincón, hasta que decidimos que teníamos que encontrar la salida. nnFinalmente, encontramos una puerta al fondo del pasillo. nn"Esto parece una salida" - dije esperanzado.nnAbrimos la puerta y encontramos una escalera que bajaba. nn"¿Bajamos?" - preguntó Lucas un poco temeroso.nn"Sí, ¡vamos!" - respondí decidido.

nnAl bajar, descubrimos un jardín encantado lleno de luces brillantes y flores de colores. nn"Esto es hermoso" - dijo Lucas mientras exploraba. nn"Las luces son parte de la magia de la casa.

Creo que todo era un juego, no tenemos que tener miedo" - le respondí. nnNos dimos cuenta de que el hombre del auto no era una persona común; era un guardián que solo quería que descubriéramos la magia de la casa.

nn"¡Mirá!" - gritó Lucas mientras señalaba hacia el horizonte, donde aparecía la luz del sol. nn"¡Es la salida! Hay que ir allí" - le dije. nnCorriendo hacia la luz, juntos descubrimos un portal que nos llevó de vuelta al bosque.

nnAl salir, nos encontramos con el mismo hombre del auto. nn"¿Cómo estuvieron en la casa?" - preguntó, aún con su sonrisa. nn"¡Fue increíble!" - dijimos al unísono. nn"Recuerden, no todas las cosas que parecen aterradoras son malas.

Muchas veces, escondemos magia detrás de nuestro miedo" - nos dijo mientras se alejaba. nnY así, regresamos a casa con una historia increíble y un valor nuevo en nuestros corazones.

Aprendimos que el miedo puede enmascarar bellezas inesperadas y que la aventura siempre está a la vuelta de la esquina. Todos los días desde entonces, exploramos el bosque, pero esta vez con una sonrisa en el rostro y el corazón abierto a lo desconocido.

nn"¿Te imaginas qué podemos encontrar mañana?" - le pregunté a Lucas cuando ya estábamos a salvo.nn"¡Un dragón, tal vez!" - respondió con una sonrisa. nnY así, nuestros corazones latían emocionados por las aventuras que aún estaban por venir.

FIN.

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