El misterio de la casa de los dulces



Paco y María estaban emocionados por salir a pedir dulces en Halloween. Mientras recorrían el vecindario, vieron una casa que les llamó mucho la atención: afuera de ella se encontraba un letrero que decía 'toma todos los dulces que quieras'.

La curiosidad les ganó y decidieron entrar a la casa. Al entrar, se encontraron con un pasillo largo y oscuro. -¡Qué miedo! -exclamó María, aferrándose al brazo de Paco.

-Tranquila María, seguro no pasa nada -respondió Paco tratando de sonar valiente. Decidieron avanzar y, al final del pasillo, se toparon con una habitación llena de dulces de colores. -¡Mira todos estos dulces! -dijo Paco sorprendido. -Parece un paraíso de golosinas -respondió María con entusiasmo.

Empezaron a llenar sus bolsas con dulces, cuando de repente escucharon un ruido extraño. La puerta se cerró de golpe, dejándolos atrapados. -¡Estamos encerrados! -gritó María asustada. Mientras buscaban una salida, vieron un letrero que decía 'Para salir, deben responder un enigma'.

Los niños, decididos a resolver el enigma, se pusieron a pensar. Después de mucho trabajo en equipo, lograron resolverlo y la puerta se abrió.

Agradecidos y contentos por haber salido de la casa, los niños se dieron cuenta de que trabajar juntos los ayudó a superar el desafío. Desde ese día, Paco y María aprendieron que la cooperación y el trabajo en equipo son fundamentales para superar los obstáculos que se presentan en la vida.

Así, terminaron su noche de Halloween con un importante aprendizaje y una bolsa llena de dulces.

FIN.

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