El misterio de la casa del árbol

Había una vez en un hermoso misterioso lugar, el Sol brillaba sobre un campo verde, donde se encontraba una casa del árbol.

En esa casa del árbol vivían tres amigos muy curiosos: Tomás el conejo, Martina la ardilla y Pablo el zorro. Un día, mientras jugaban en el campo, vieron algo brillante en la casa del árbol. "¿Qué será eso?" preguntó Martina emocionada. "¡Vamos a descubrirlo!" exclamó Tomás, con entusiasmo.

Subieron a la casa del árbol y encontraron un extraño mapa con un mensaje misterioso que decía: "Bajo la luz de la luna, encontrarás un tesoro escondido". Decidieron emprender una aventura para descubrir el tesoro.

Durante el día, exploraron el campo y preguntaron a los animales del lugar, pero nadie sabía nada sobre el tesoro. Al atardecer, la Luna salió en el cielo y su luz iluminó el campo. "¡Es la hora de buscar el tesoro!" dijo Pablo con emoción.

Los tres amigos buscaron por todos lados, hasta que finalmente encontraron una vieja caja enterrada bajo un árbol. Al abrirla, descubrieron que estaba llena de libros. "¿Por qué alguien enterraría libros?" se preguntó Martina.

Justo en ese momento, un búho sabio se acercó y les explicó que esos libros eran conocimientos perdidos que debían ser compartidos con todos los animales del campo.

A partir de ese día, la casa del árbol se convirtió en una biblioteca para todos los habitantes del campo, donde podían aprender y disfrutar de la sabiduría de los libros.