El misterio de la chacra encantada



Había una vez en el hermoso pueblo de Trapiche Félix, un niño mestizo llamado Pedro, quien vivía en una acogedora casa de adobe junto a sus padres y abuelos. Un día, mientras desayunaban, los abuelos comenzaron a recordar cómo eran las chacras en sus tiempos. Abuelo Juan decía: "Recuerdo cuando las papas eran tan grandes que podíamos alimentar a toda la familia con una sola papa". Abuela Marta agregó: "Y los ríos solían llegar hasta donde alcanzaba la vista, repletos de peces brillantes".

Pedro escuchaba con atención estas historias, asombrado por la idea de papas gigantes y ríos rebosantes de vida, algo que no se veía en su realidad. Esa misma tarde, mientras ayudaba a sus padres en la chacra, Pedro le preguntó a su papá por qué las papas ya no eran tan grandes y por qué los ríos no tenían tantos peces.

Papá le explicó que el cambio en el tamaño de las papas y la reducción de peces en los ríos se debía al descuido y la falta de cuidado hacia la naturaleza. Pedro, preocupado, decidió investigar más sobre el tema. Con la ayuda de sus amigos del pueblo, emprendió un viaje hacia la Montaña Sagrada, un lugar misterioso donde se decía que habitaban seres mágicos que cuidaban la naturaleza.

Durante su travesía, se enfrentaron a desafíos y misterios, pero finalmente llegaron a la cima de la Montaña Sagrada. Allí encontraron al místico Guardian de la Naturaleza, quien les reveló que la tierra estaba triste por el descuido de los seres humanos, pero aún había esperanza si todos se unían para cuidarla.

Tras su regreso al pueblo, Pedro compartió con todos lo que había aprendido. Juntos, organizaron jornadas de limpieza de ríos, reforestación de tierras y cuidado de la fauna. Poco a poco, las papas empezaron a crecer más grandes y los ríos volvieron a llenarse de peces.

Desde entonces, en Trapiche Félix se celebraba cada año el Día de la Naturaleza, donde todos recordaban la importancia de cuidar el medio ambiente y agradecían a Pedro y sus amigos por su valentía y determinación para proteger la tierra.

FIN.

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