El Misterio de la Chica del Parque



Axel era un chico curioso que vivía en Magdalena, un hermoso distrito de Lima. Le encantaba explorar los parques y descubrir cosas nuevas. Un día, mientras paseaba por su parque favorito, notó a una chica extraña sentada en un banco, vestida con un vestido largo y colorido. Su cabello brillaba bajo el sol, y parecía estar absorta en un libro.

"¿Quién será?", pensó Axel, acercándose un poco para verlo mejor. Pero, cuando estaba a punto de preguntar, la chica levantó la mirada y se sonrió. Axel sintió un escalofrío, era una sonrisa alegre, pero también misteriosa.

"¡Hola! Soy Axel. ¿Te gusta leer?" - preguntó, esforzándose por no parecer nervioso.

"Hola, Axel. Sí, mucho. Estoy leyendo una historia mágica sobre un bosque encantado" - respondió la chica con una voz suave.

Axel se sentó en el banco, intrigado por la conversación. Los dos comenzaron a hablar sobre libros y aventuras, el tiempo parecía volar. Pero, de repente, en un parpadeo, la chica desapareció. Axel miró a su alrededor, confundido y asustado.

"¿Dónde... dónde fuiste?" - gritó, pero no hubo respuesta. El parque parecía silencioso y vacío.

Después de un momento de incertidumbre, decidió que tenía que investigar. Axel había escuchado historias de tesoros escondidos y secretos en los parques, así que, decidido a descubrir la verdad, se arremangó y comenzó a buscar pistas.

Mientras caminaba, recordó algo que la chica había dicho sobre un bosque encantado. Sin pensarlo dos veces, Axel corrió hacia la parte más densa del parque, donde los árboles eran más altos y las sombras más profundas.

Al caminar, observó cada detalle: las hojas que susurraban con el viento y el sonido de pájaros cantando. De repente, en un claro, encontró un antiguo libro tirado en el suelo. Tenía un diseño mágico en su cubierta.

"¡Esto es una señal!" - exclamó Axel emocionado. Abrió el libro y encontró un mapa dibujado a mano. Instrucciones sobre cómo encontrar un "bosque encantado" en el parque.

Siguió el mapa, que lo llevó a una cueva pequeña escondida detrás de un arbusto.

"Nunca había visto esto antes" - se dijo a sí mismo mientras se acercaba, sintiéndose más valiente.

Adentro, todo era mágico. Estalactitas brillaban como estrellas y un arroyo pasaba suavemente por el centro. Fue entonces que escuchó la voz familiar de la chica.

"¡Axel! ¡Lo lograste!" - la chica apareció de nuevo, sonriendo.

"¿Dónde estabas?" - preguntó Axel, su corazón latiendo con alegría y alivio.

"Soy parte del bosque encantado. Aparezco solo ante aquellos que buscan magia con su corazón puro. Has demostrado gran curiosidad y valentía al seguirme" - explicó ella.

"¿Es todo esto real?" - preguntó Axel, maravillado.

"Todo lo que imagines puede hacerse realidad si tienes fe en ti mismo. La magia está en el amor por la aventura y el valor de descubrir lo desconocido" - dijo la chica, mientras señalaba el entorno mágico a su alrededor.

Axel sintió como un brillo especial se encendía dentro de él. Había aprendido que el miedo solo tiene poder si lo dejamos. La chica le dio un abrazo.

"No olvides lo que aprendiste hoy, Axel. La verdadera magia vive en ti. ¡Comparte siempre tu valentía y curiosidad!" - le dijo, y con eso, se desvaneció de nuevo en el aire.

Contento, Axel salió de la cueva con el corazón lleno de alegría. Claudió el libro mágico bajo el brazo, sabiendo que había encontrado algo diferente ese día: el valor para explorar y la magia de la curiosidad.

Desde ese día, Axel no solo siguió explorando los parques, sino que también se convirtió en un cuentacuentos, compartiendo su historia mágica con otros niños, inspirándolos a que jamás dejen de explorar y creer en la magia de la vida.

FIN.

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