El Misterio de la Computadora Desaparecida
Había una vez una pequeña ciudad llamada Villa Digital, donde todos los habitantes vivían enamorados de la tecnología. En dicha ciudad, se encontraba la escuela "Las Bytes Felices", un lugar donde los niños aprendían sobre computadoras y el maravilloso mundo digital.
Un día, la estudiante Laura fue designada como la guardiana del laboratorio de computación, donde se encontraban las computadoras que todos los niños utilizaban para aprender y divertirse. La Sra. Bytes, la directora de la escuela, le dio a Laura una lista con las reglas del laboratorio y consejos sobre cómo cuidar las computadoras.
"Laura, es tu responsabilidad asegurarte de que todos respeten las reglas del laboratorio y cuiden adecuadamente las computadoras. ¡Confiamos en ti para mantener nuestro laboratorio en excelentes condiciones!" dijo la Sra. Bytes con una sonrisa.
Desde ese día, Laura tomó su papel muy en serio. Ella se aseguraba de que todos los estudiantes siguieran las reglas: no comer ni beber cerca de las computadoras, usar auriculares al escuchar música o ver videos, y apagar las computadoras correctamente al terminar de usarlas. Además, les enseñaba a todos la importancia de limpiar regularmente las computadoras y protegerlas de virus y malware.
Un día, mientras Laura revisaba el laboratorio, descubrió algo alarmante: ¡una de las computadoras había desaparecido! Todos los niños estaban confundidos y preocupados. ¿Cómo podía haber desaparecido una computadora sin que nadie se diera cuenta?
Determinada a resolver el misterio, Laura decidió explorar pistas. Recordó que la última vez que vio la computadora desaparecida, fue durante la clase de programación con el profesor Code. Ella decidió visitar al profesor y preguntarle si había notado algo extraño.
"Hola, profesor Code. ¿Recuerda algo inusual durante su última clase en el laboratorio? Una de las computadoras ha desaparecido", preguntó Laura con determinación.
"Hmm, déjame pensar", dijo el profesor Code rascándose la barbilla. "¡Ah, sí! Recuerdo que un estudiante estaba muy inquieto durante la clase. Se levantó varias veces y parecía estar observando algo cerca de la computadora desaparecida. Creo que se llamaba Max".
Armada con esta nueva pista, Laura se dirigió hacia la sala de juegos, donde Max solía pasar tiempo después de clase. Lo encontró jugando a un videojuego en una de las computadoras restantes.
"Max, necesito hablar contigo sobre la computadora desaparecida. El profesor Code mencionó que te vio cerca de ella durante su última clase. ¿Sabes algo al respecto?" preguntó Laura con firmeza.
Max bajó la mirada y confesó que había estado jugando al esconderse con la computadora desaparecida. Se sentía avergonzado por su comportamiento. Laura, en lugar de reprenderlo, le recordó la importancia de cuidar las pertenencias de la escuela y hacerse responsable de sus acciones.
Con el apoyo de Max, Laura encontró la computadora escondida detrás de unas cortinas en la sala de juegos. ¡El misterio estaba resuelto! Max se disculpó y prometió cuidar mejor las computadoras en el futuro.
Desde ese día, todos los estudiantes de "Las Bytes Felices" entendieron la importancia de seguir las reglas del laboratorio y cuidar las computadoras con responsabilidad. Laura se convirtió en un ejemplo a seguir, y la computadora desaparecida se convirtió en una lección de aprendizaje para todos. Villa Digital volvió a estar en paz, y el laboratorio de computación volvió a brillar con la alegría de los niños aprendiendo y explorando el mundo digital.
FIN.