El misterio de la computadora desarmada
Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, dos hermanos llamados Tomás y Sofía. Ambos eran muy curiosos y les encantaba aprender cosas nuevas.
Un día, mientras jugaban en su habitación, se les ocurrió desarmar la vieja computadora que tenían en casa para ver cómo estaba hecha por dentro. Tomás tomó un destornillador y comenzaron a sacar las partes de la computadora poco a poco.
Primero sacaron el disco duro, luego la memoria RAM y finalmente la placa madre. Mientras tanto, Sofía observaba todo con mucha atención. "¿Qué es esto?" preguntó Sofía señalando los cables que estaban conectados a la fuente de poder. "No lo sé", respondió Tomás encogiéndose de hombros.
Continuaron desarmándola hasta que solo quedó una pila de piezas sobre la mesa. Pero cuando intentaron armarla nuevamente, se dieron cuenta de que no sabían cómo hacerlo. "¡No funciona!" exclamó Tomás frustrado.
Sofía trató de consolarlo diciendo: "No te preocupes, seguro encontraremos una solución". De repente, recordaron que su vecino era un experto en tecnología y decidieron pedirle ayuda.
El vecino llegó rápidamente al rescate y les explicó cómo debían volver a armar cada parte para hacer funcionar nuevamente su computadora. Los niños aprendieron mucho durante el proceso y se sintieron muy orgullosos cuando lograron hacerla funcionar correctamente otra vez.
Desde ese día, Tomás y Sofía entendieron lo importante que es conocer cómo están hechas las cosas antes de intentar modificarlas. Aprendieron que la curiosidad y el aprendizaje constante son fundamentales para crecer como personas.
Y así, los dos hermanos continuaron explorando y descubriendo cosas nuevas en su hogar, siempre con la disposición de aprender algo nuevo cada día.
FIN.