El misterio de la costa al anochecer



Nikol y Franchesca vivían cerca de la hermosa costa, un lugar donde el sol brillaba durante el día y las olas rompían suavemente en la orilla.

Un día, decidieron salir a pasear por la playa al anochecer, cuando el cielo se tiñe de colores cálidos y mágicos. Mientras caminaban, se encontraron con sus amigos Mateo y Camila, quienes también estaban disfrutando del hermoso paisaje.

Juntos, se adentraron en la playa, maravillados por las sombras alargadas que proyectaban las rocas y la brisa fresca que soplaba del mar. - '¡Qué lindo es este lugar al atardecer!', exclamó Franchesca. - 'Sí, es realmente hermoso', respondió Mateo. De pronto, divisaron una extraña luz brillante proveniente de una cueva cercana.

Intrigados, decidieron acercarse para ver qué era. Al llegar, descubrieron que la luz provenía de unas criaturas marinas luminosas que habitaban la cueva. Maravillados, observaron a las criaturas moverse con gracia y emitir destellos brillantes.

- '¡Es como un cuento de hadas!', exclamó Camila emocionada. Los amigos se dieron cuenta de la importancia de proteger el entorno marino para preservar la belleza de estas criaturas.

Convencidos de que debían hacer algo al respecto, organizaron una limpieza de playa al día siguiente con la comunidad local. Juntos recolectaron basura y plásticos, asegurándose de mantener la playa limpia y segura para las criaturas marinas. Al final del día, miraron el atardecer con satisfacción, sabiendo que habían hecho su parte para conservar la costa.

Desde ese día, Nikol, Franchesca, Mateo y Camila continuaron siendo guardianes del mar, recordando siempre la magia que descubrieron aquella noche en la costa al anochecer.

FIN.

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