El misterio de la cueva



Había una vez en un bosque frondoso, un leñador llamado Juan. Un día, mientras buscaba árboles para cortar, se topó con una cueva misteriosa. Intrigado, decidió adentrarse en ella para explorar lo desconocido.

Al entrar, se encontró con un pasillo oscuro y húmedo que parecía no tener fin. Con valentía, siguió avanzando hasta que divisó una luz al final del túnel. Al llegar allí, descubrió una maravillosa gruta llena de minerales y cristales de colores brillantes.

De repente, escuchó un suave murmullo proveniente de una grieta en la pared. -¿Quién está ahí? -preguntó Juan, sorprendido. De la grieta emergió un pequeño duende de aspecto amigable. -Soy Tito, el guardián de esta cueva. Bienvenido, leñador.

Aquí encontrarás la magia de la naturaleza y la sabiduría oculta -dijo el duende con una sonrisa. Juan quedó maravillado y Tito se convirtió en su amigo, enseñándole secretos del bosque y la importancia de cuidar el medio ambiente.

A partir de ese día, Juan visitaba la cueva regularmente para aprender y compartir la sabiduría con otros. Esa cueva misteriosa se convirtió en un lugar de aprendizaje y descubrimiento para todos los habitantes del bosque.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!