El misterio de la desaparición



Había una vez un joven llamado Santino, que vivía en una acogedora casa junto a su gato, el adorable Pelusa. Santino era un joven tímido, pero siempre estaba acompañado por su fiel mascota.

Sus pasatiempos favoritos eran andar en skate por el vecindario, sacar a pasear a Pelusa y disfrutar de las películas.

A pesar de su timidez, Santino tenía tres amigos muy cercanos, con quienes compartía sus momentos más especiales.

Una noche de invierno, Santino se encontraba solo en casa. Mientras disfrutaba de una película, notó que un objeto muy importante para él había desaparecido misteriosamente.

Santino se puso en acción y, con la ayuda de Pelusa, decidió convertirse en un detective para resolver el enigma.

Recorrieron cada rincón de la casa en busca de pistas, interrogando a Pelusa con gestos y suspiros, como si el gato fuera un testigo clave en el misterio. Furiosa, Pelusa dio un salto y corrió hacia la puerta principal. Santino, asombrado, la siguió.

Afuera, la nieve caía suavemente, iluminando el camino con su brillo blanco. Pelusa se detuvo frente a una huella en la nieve y comenzó a maullar.

Santino siguió la mirada de su gato y vio el objeto perdido enterrado bajo un montón de nieve. Lleno de alegría, Santino abrazó a su peluda amiga, agradeciéndole por su valiosa ayuda.

Desde ese día, Santino aprendió que incluso en los momentos más difíciles, siempre hay una solución si miras más allá de lo evidente.

FIN.

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