El Misterio de la Desaparición de Brisa



Era una tarde cálida del 21 de junio de 2022. En un barrio tranquilo y lleno de color, una niña llamada Brisa salió a jugar con sus amigos. Todos la adoraban, pues era una chica llena de energía, siempre dispuesta a ayudar y a hacer reír a los que la rodeaban.

Sin embargo, a medida que avanzaba la tarde, los juegos fueron cesando y Brisa no regresó a casa. Su mamá, preocupada, fue a buscarla. Después de preguntar a sus amigos, se dio cuenta de que nadie había visto a Brisa desde hacía un rato. Entonces, decidió llamar al detective Andrés, conocido en el barrio por resolver los misterios más intrincados.

Un par de minutos después, Andrés llegó con su ayudante Mateo.

"¿Qué pasó?" - preguntó Andrés, mirando a la mamá de Brisa.

"No puedo encontrar a Brisa. La última vez que la vi fue cuando salió a jugar, pero ya ha pasado mucho tiempo y no regresa" - dijo la mamá, preocupada.

"Vamos a investigar" - dijo Mateo, mientras su mirada se llenaba de determinación.

Los tres se pusieron manos a la obra y emprendieron la búsqueda por todo el barrio. Primero, empezaron a preguntar a los demás niños que estaban jugando.

"¿Alguien vio a Brisa?" - preguntó Andrés.

"La vi cerca de la plaza, pero después se fue corriendo hacia el parque" - respondió un niño.

Andrés y Mateo se dirigieron al parque, donde había algunos árboles grandes y un pequeño arroyo. Al llegar, escucharon un ruido.

"¿Escuchaste eso?" - dijo Mateo, con los ojos bien abiertos.

"Sí, ¡vamos a averiguar!" - respondió Andrés mientras se acercaban lentamente.

Caminaron un poco más y, de repente, encontraron a Brisa atrapada entre unas ramas. Estaba enojada pero ilesa.

"¡Brisa!" - exclamó Mateo.

"¿Qué te pasó?" - preguntó Andrés mientras deshacía las ramas que la mantenían atrapada.

"Fui a buscar una mariposa preciosa y no me di cuenta de que me metía entre los arbustos. No podía salir" - explicó Brisa mientras sonreía al ver a sus amigos.

"Te teníamos muy preocupada" - dijo la mamá, abrazándola fuertemente.

Brisa se sintió feliz de estar de vuelta.

"Lo siento, no quería preocuparlos. ¡Pero miren la mariposa que encontré!" - sostuvo una mariposa que no había visto nunca.

"Es hermosa. Pero siempre es bueno estar en un lugar seguro. Recuerda que la curiosidad también puede traer problemas" - la aconsejó Andrés.

"¡Lo tendré en cuenta!" - prometió Brisa, con su sonrisa característica.

Mateo, que había estado mirando a la mariposa, intervino:

"A veces, la aventura está justo delante de nuestras narices, pero debemos tener cuidado. ¡Y siempre avisar a nuestros padres!"

"Sí, me aseguraré de hacerlo la próxima vez" - aceptó Brisa confiada.

Tras ese pequeño susto, todos regresaron a la casa de Brisa, donde sus amigos celebraron su vuelta con una pequeña fiesta.

Andrés y Mateo se despidieron, felices de haber resuelto el misterio.

"Fue un gran trabajo en equipo" - dijo Andrés.

"Sí, como siempre. ¡Cada día aprendemos algo nuevo!" - agregó Mateo, sonriendo.

Desde ese día, Brisa no solo cuidó más de su entorno, sino que también se convirtió en una gran amiga del detective Andrés y Mateo, ayudándolos en sus investigaciones, siempre recordando que la curiosidad es maravillosa pero hay que ser precavidos.

Y así, en el pequeño barrio, las aventuras de Brisa y sus amigos nunca terminaron, llenando cada rincón de alegría y aprendizaje.

****

FIN.

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