El misterio de la desaparición de Mia
En una pequeña ciudad, Johan y Mia eran dos amigos inseparables. Un día, en medio de la noche, Johan se despertó y notó que Mia no estaba en su cama. Preocupado, comenzó a buscar por toda la casa, pero no encontró ni una pista de dónde podía estar. Decidió buscar ayuda y se dirigió a la policía para informar la desaparición de su amiga.
Johan, con la ayuda de la policía, recorrió la ciudad buscando a Mia. Durante la búsqueda, se encontraron con varios vecinos y amigos que se unieron a la búsqueda. Todos estaban preocupados por Mia y querían ayudar a encontrarla.
Johan y su grupo de búsqueda revisaron lugares como el parque, la plaza, la biblioteca y hasta el mercado. Buscaron debajo de cada árbol, detrás de cada puerta, pero no lograban encontrar a Mia. Las horas pasaban y la preocupación crecía. Hasta que, de repente, uno de los amigos recordó que Mia solía esconderse en un lugar especial cuando jugaban al escondite.
Un rayo de esperanza iluminó el rostro de Johan, quien rápidamente dirigió al grupo hacia el lugar especial donde solían jugar. Y allí, en un rincón detrás de unos arbustos, encontraron a Mia, quien había estado escondida jugando al escondite con su gato.
Todos se abrazaron al ver a Mia a salvo y sana. Johan le preguntó por qué se había ido así sin decir nada, y ella respondió que simplemente quería jugar al escondite con su gato, pero que no pensó que iba a preocupar a todos de esa manera. Luego de unos regaños y abrazos, prometieron siempre comunicarse mejor y no asustarse mutuamente de esa manera.
Desde ese día, Johan, Mia y sus amigos aprendieron que la comunicación es muy importante y que siempre es mejor hablar las cosas en vez de preocuparse sin necesidad. Y cada vez que jugaban al escondite, se aseguraban de establecer reglas claras para que nadie terminara preocupado como aquella noche.
FIN.