El Misterio de la Desaparición del Sr Lima



En un pequeño pueblo llamado Alegría, vivía una señora llamada Clara, quien había estado casada con el Sr. Lima durante 50 años. Clara siempre había sido una mujer creativa y llena de vida, pero después de tanto tiempo se sentía un poco cansada del mismo día a día. El Sr. Lima, un hombre amable, pero previsible, siempre seguía la misma rutina: se despertaba, le daba de comer a su loro, Doña Pájara, y se dedicaba a leer el diario mientras tomaba un café.

Un día, mientras Clara estaba organizando un álbum de fotografías, recordó los días de aventura y locura que había vivido en su juventud. Llenándose de nostalgia, pensó: - “¿Qué pasaría si, solo por un momento, desapareciera a mi querido marido? ”

Ríéndose de sus propias ideas, le contó a su amigo, el Sr. Pérez, sobre su deseo de tener una escapada, aunque fuera momentánea. El Sr. Pérez, que tenía un buen sentido del humor, le dijo: - “Quizás necesitás un poco de magia en tu vida, Clara. ¿Qué tal si lo desaparecés de manera imaginaria por un día? ”.

Clara, entusiasmada, decidió que ese fin de semana organizaría una jornada de aventura solo para ella. - “¡Voy a hacer algo increíble! ”, exclamó.

Con la complicidad de Doña Pájara, quien siempre había sido su confidente, Clara planeó una serie de eventos. Colocó un cartel en la puerta que decía: “Mañana, la casa estará llena de magia. No entren”.

El día siguiente comenzó con Clara vestida con su traje de exploradora y una mochila llena de útiles de arte y bocadillos. Se escapó a su rincón favorito en el bosque, un lugar donde dibujaba y soñaba. A medida que el sol brillaba y las aves cantaban, Clara se dio cuenta de cuán libre se sentía. - “¡Es maravilloso no tener que preocuparme por el café! ”, se rió, mientras pintaba un bello paisaje.

Mientras tanto, el Sr. Lima se dio cuenta de que su esposa no estaba en casa. Por primera vez en mucho tiempo, sintió curiosidad. - “¿Dónde habrá ido Clara? Quizás se aburrió de mí…” pensó en voz alta. Confundido, decidió seguir su instinto aventurero y salió a buscarla.

Clara estaba tan absorbida en su pintura que no se dio cuenta de que su esposo estaba cerca. Él, al llegar al paisaje que ella había descrito en sus historias, sintió una conexión y se sentó a esperarla.

Cuando Clara finalmente volvió a casa, descubrió al Sr. Lima en el jardín, observando las flores. - “¿Estás aquí, querido? ¡No lo esperaba! ”, exclamó sorprendida. El Sr. Lima sonrió. - “Decidí aventurarme. ¡Y encontré algo hermoso! ”

Esa tarde, compartieron sus historias. Clara le contó sobre su escapada y cómo se sintió libre. - “A veces, necesitamos un momento solo para nosotras mismas”, explicó. El Sr. Lima, sintiendo que era importante entender los deseos de su esposa, le dijo: - “Quizás yo también podría hacer lo mismo. ¡Podemos tener nuestras aventuras por separado! ”

La revelación los unió aún más. Desde ese día, comenzaron a separar un tiempo cada mes para explorar sus propios intereses, aprendiendo a valorar la independencia el uno del otro, sin dejar de ser un gran equipo.

Y así, en lugar de desaparecer el uno al otro, Clara y el Sr. Lima descubrieron que sus corazones siempre estaban conectados, y que un poco de espacio era justo lo que necesitaban para vivir su amor de manera más renovada y emocionante.

“¡Nunca más diré que quiero que desaparezcas! ”, finalizó Clara, riendo.

Ambos entendieron que la clave para mantener viva la chispa de su amor era permitir que cada uno brillara por sí mismo, sin perder su singularidad.

FIN.

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