El misterio de la escoba perdida
Había una vez en un bosque encantado, una bruja muy peculiar llamada Violeta. Tenía el pelo corto negro y rosa, un solo ojo negro que brillaba con intensidad y una nariz larga que le daba un aire misterioso.
A diferencia de las demás brujas, a Violeta le gustaba vestir de manera diferente: siempre llevaba un pantalón blanco impecable, una camiseta azul brillante y una gorra morada que combinaba perfectamente con su estilo único.
Violeta tenía un secreto especial: para volar necesitaba su escoba mágica. Pero no era una escoba común; esta escoba tenía la capacidad de llevarla a lugares increíbles y emocionantes. Sin embargo, un día algo terrible sucedió: la escoba desapareció misteriosamente.
Violeta buscó por todas partes, pero no lograba encontrarla. Estaba tan preocupada que decidió pedir ayuda a sus amigos del bosque: el conejito saltarín, el pájaro cantor y la ardilla traviesa.
"Amigos queridos, mi escoba ha desaparecido y sin ella no puedo volar. ¿Me ayudarían a buscarla?", les pidió Violeta con voz temblorosa. El conejito saltarín dijo: "¡Claro que sí! ¡Vamos a rastrear por todo el bosque hasta encontrarla!"El pájaro cantor agregó: "No te preocupes, Violeta.
Juntos resolveremos este misterio. "Y la ardilla traviesa exclamó: "¡Será como una aventura! ¡Nos divertiremos buscando tu escoba perdida!"Así comenzaron su búsqueda en el bosque encantado.
Recorrieron cada rincón, miraron detrás de los árboles, debajo de las piedras e incluso en lo alto de las ramas más altas. Pero la escoba seguía sin aparecer. De repente, la ardilla traviesa vio algo brillar entre las hojas caídas cerca del arroyo.
Corrió hacia allí seguida por sus amigos y encontraron ¡la escoba mágica de Violeta!"¡Lo encontramos!", gritaron todos emocionados. Violeta abrazó a sus amigos agradecida por su ayuda y montó en su escoba lista para volar nuevamente.
"Gracias a todos por estar siempre allí cuando más los necesito", dijo Violeta con emoción en sus ojos brillantes. Y así, juntos regresaron al claro del bosque donde celebraron con risas y alegría haber resuelto el misterio de la escoba perdida.
Desde ese día, Violeta aprendió que contar con buenos amigos es invaluable y que juntos pueden superar cualquier desafío que se les presente en el camino. Y colorín colorado este cuento lleno de magia y amistad ha terminado.
FIN.