El Misterio de la Escuela Limpia


En la Escuela Primaria San Martín, la maestra Lucía siempre les hablaba a sus alumnos sobre la importancia de mantener buenos hábitos de higiene.

Les explicaba que lavarse las manos, cepillarse los dientes y mantener limpio su entorno era fundamental para estar sanos y felices. Pero un día, la Escuela San Martín empezó a tener un problema. La biblioteca estaba desordenada y sucia, los baños parecían haber sido invadidos por un monstruo, y nadie sabía quién era el responsable.

La maestra Lucía decidió llamar a una reunión con los padres de familia y les contó lo que estaba pasando. - Mamás y papás, necesitamos resolver este misterio.

Alguien en nuestra escuela no está cuidando de su higiene ni de su entorno, y necesitamos la colaboración de todos para solucionarlo. Los niños, por su parte, estaban preocupados. No querían ver su escuela convertida en un lugar sucio y desordenado. Así que decidieron unirse para resolver el misterio.

Todos los días, al terminar las clases, se quedaban un ratito más para investigar. - ¿Y si hacemos guardia en la biblioteca esta tarde? - sugirió Martín, un niño curioso y valiente.

- Buena idea, pero también debemos revisar los baños - agregó Valentina, una niña muy ordenada. Los días pasaron y, aunque revisaron y limpiaron todos los espacios, no encontraban al culpable.

Hasta que una tarde, mientras estaban en el patio, vieron a Lucas, un niño de otra clase, tirar basura al suelo sin importarle nada. - ¡Ahí está el culpable! - exclamó Valentina señalando a Lucas. La maestra Lucía se acercó a hablar con él y descubrió que Lucas nunca había aprendido la importancia de cuidar su entorno y su higiene.

La maestra lo llevó a conversar con sus padres y juntos, encontraron la manera de enseñarle la importancia de mantener limpio su entorno.

A partir de ese día, Lucas se convirtió en el más entusiasta defensor de la limpieza en la escuela. Todos aprendieron que cuidar de su higiene y su entorno era responsabilidad de cada uno, y con esfuerzo y colaboración, lograron convertir la Escuela San Martín en un lugar limpio y agradable para todos.

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