El misterio de la flor amarilla con líneas rojas


En una pequeña tribu en lo profundo del bosque vivía una joven pareja, Ana y Martín, que se amaban con todo su corazón. Un día, Martín cayó enfermo y ninguna medicina parecía tener efecto. Desesperada, Ana decidió buscar ayuda en la anciana hechicera de la tribu.

"Por favor, necesito tu ayuda. Martín está muy enfermo", dijo Ana con los ojos llenos de lágrimas.

La hechicera miró a Ana con compasión y le dijo: "La única cura para la enfermedad de Martín es una flor muy especial, una flor amarilla con líneas rojas que solo crece en lo más alto de la montaña. Pero ten cuidado, el camino está lleno de peligros".

Decidida a salvar a su amado, Ana emprendió el largo y peligroso viaje hacia la montaña. Después de días de caminata, finalmente llegó a la cima, donde encontró al majestuoso cóndor.

"Cóndor, rey de los cielos, por favor, ayúdame a encontrar la flor amarilla con líneas rojas. Haré cualquier cosa que desees a cambio", suplicó Ana.

El cóndor, conmovido por la valentía y el amor de Ana, le dijo: "Entregaré mi corazón para salvar a mi amado", y arrancó un pedazo de su corazón, entregándolo al cóndor.

Con el corazón del cóndor en su mano, Ana regresó a la aldea. Al colocar el corazón del cóndor en la tierra, comenzó a brotar una planta extraña. Era una hermosa flor amarilla con líneas rojas, brillante y llena de vida. Ana rápidamente preparó una poción con la flor y se la dio a Martín.

Día tras día, Martín comenzó a recuperarse y pronto estaba completamente sano. La noticia de la valentía y el amor de Ana se extendió por toda la tribu, y la flor amarilla con líneas rojas se convirtió en un símbolo de amor y esperanza.

A partir de ese día, Ana y Martín cuidaron juntos de la flor, recordando siempre el poder del amor y la valentía en los momentos más difíciles.

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