El misterio de la flor de Santa Rosa



En un pequeño pueblo de Argentina vivían dos hermanos, Sofía y Martín. Un día, mientras paseaban por el bosque, encontraron una flor muy bonita y diferente a todas las demás.

La flor brillaba con una luz especial y desprendía un aroma embriagador. Al acercarse a ella, escucharon una suave voz que les susurraba: 'Soy la flor de Santa Rosa de Lima, guardiana de los deseos y los sueños'. Los niños, asombrados, preguntaron qué debían hacer.

'Deben cuidar de mí y regar mi tierra todos los días', les respondió la misteriosa voz. Desde ese día, Sofía y Martín se encargaron de cuidar la flor con mucho amor y dedicación.

Pasaron los días y la flor comenzó a crecer más y más, llenando el bosque con su belleza. Un día, un malvado hechicero se enteró de la existencia de la flor y decidió robarla para usar su poder en su propio beneficio.

El hechicero acechó a los niños mientras regaban la flor y, con un gesto de su varita mágica, la hizo desaparecer. Los niños, desconsolados, se preguntaron qué podrían hacer para recuperarla. Fue entonces cuando la voz de la flor se escuchó de nuevo: 'No teman, queridos niños.

Siempre llevan mi luz y mi aroma en sus corazones. Con su amor, podrán hacer que vuelva a florecer'. Los niños entendieron el mensaje y, con determinación, se propusieron recuperar la flor. Decidieron buscar al hechicero y convencerlo de devolverles su preciada flor.

Con valentía y astucia, lograron llegar al castillo del hechicero y, con las lecciones que la flor les había enseñado, lograron que el malvado hechicero se arrepintiera de sus malas acciones.

El hechicero devolvió la flor y los niños volvieron al bosque, donde la flor volvió a brillar con más fuerza que nunca.

Desde entonces, Sofía y Martín compartieron la historia de la flor de Santa Rosa de Lima con todos los niños del pueblo, enseñándoles la importancia de cuidar y proteger la belleza que nos rodea.

FIN.

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