El misterio de la harina perdida



Jorge era un niño curioso y muy travieso. Le encantaba jugar en su casa, pero también le gustaba cocinar. Un día, quería sorprender a sus amigos del colegio con un delicioso pastel.

Sin embargo, Jorge no sabía cuánta harina debía usar. Se preguntaba si debía poner mucha o poca. Decidió preguntarle a su mamá, pero ella estaba ocupada en ese momento. 'Bueno, tendré que resolver este misterio por mi cuenta', pensó Jorge.

Decidió buscar en todos los rincones de la cocina en busca de una pista sobre la cantidad de harina adecuada. Mientras buscaba, se cruzó con su gato, Mimoso. '¿Tú sabes qué cantidad de harina debo utilizar, Mimoso?', le preguntó.

El gato solo lo miró con curiosidad y se dio la vuelta. Jorge se sintió frustrado. Entonces, recordó que su abuela tenía un antiguo libro de recetas en la biblioteca. Desempolvó el libro y empezó a hojearlo. De repente, encontró una receta de pastel que parecía deliciosa.

Tomó nota de la cantidad de harina que indicaba la receta y se apresuró a la cocina. Con entusiasmo, comenzó a mezclar los ingredientes siguiendo la receta al pie de la letra. Cuando el pastel estuvo listo, Jorge lo probó.

¡Estaba delicioso! Llegó el momento de llevarlo al colegio y compartirlo con sus amigos. Cuando llegó allí, todos se sorprendieron y felicitaron a Jorge por lo rico que estaba su pastel.

Desde ese día, Jorge aprendió que para cocinar, a veces es necesario seguir las indicaciones de una receta, y que no está mal pedir ayuda cuando tenemos dudas. ¡Y así, Jorge se convirtió en un gran chef!

FIN.

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