El misterio de la isla de las bolitas blancas
Danna, una niña curiosa y valiente, se encontraba a punto de quedarse dormida cuando algo extraordinario sucedió. De repente, se vio a bordo de un viejo barco naufragado en medio del mar.
El barco se balanceaba de un lado a otro, como si estuviera perdido en un mar de dudas. Danna, confundida y asustada, miraba a su alrededor tratando de entender lo que estaba pasando.
De repente, un extraño ser marino asomó su cabeza por la popa del barco y con una voz amigable le dijo: "¡Hola, soy Marina, la tortuga marina! Bienvenida a nuestro barco perdido." Danna, sorprendida, le preguntó: "¿Dónde estamos?". Marina le explicó que se encontraban en el misterioso Reino del Océano, un lugar mágico y maravilloso.
El barco, sin rumbo fijo, los llevó a una isla desconocida, llena de sorpresas. Al acercarse a la orilla, unas pequeñas bolitas blancas, con ojos redondos y brillantes, salieron a recibirlos.
"¡Hola, bienvenida a la isla de las bolitas blancas! Nosotros somos los Bitos", exclamaron al unísono. Danna se quedó asombrada, pero emocionada al conocer a estas criaturas tan singulares. Los Bitos le contaron a Danna que eran guardianes de la isla y que estaban encantados de recibir visitantes.
Juntos, recorrieron la isla, descubriendo los secretos y maravillas que esta guardaba. A lo largo de su aventura, Danna aprendió sobre la importancia de cuidar el océano y a todas sus criaturas.
Los Bitos le enseñaron que cada pequeña acción cuenta, como recoger la basura de la playa, no usar plásticos desechables y respetar la vida marina. Danna se dio cuenta de que, a pesar de ser una niña pequeña, podía marcar la diferencia en el mundo.
Finalmente, llegó el momento de despedirse de la isla y regresar a casa. Con el corazón lleno de gratitud y alegría, Danna prometió que seguiría cuidando el océano y a todas las criaturas que habitan en él.
De regreso en su habitación, Danna se despertó con una sonrisa en su rostro, sabiendo que su aventura en el Reino del Océano la había llenado de inspiración y valiosas lecciones.
Desde ese día, Danna se convirtió en defensora del mar, inspirando a otros a tomar acción y cuidar nuestro planeta.
FIN.