El Misterio de la Laguna Brillante
En un lejano pueblo llamado Flor del Lago, vivía una niña llamada Sofía. Sofía tenía una inmensa curiosidad por el mundo que la rodeaba, y su lugar favorito era la laguna que se encontraba justo detrás de su casa. Cada mañana, al despertar, ella corría hacia la orilla y se perdía en sus pensamientos mientras observaba el agua brillar bajo el sol.
Un día, al asomarse al agua, Sofía notó algo extraño. Un destello de luz, como un hilo de oro, bailaba en las profundidades. "¿Qué será eso?"- se preguntó, intrigada. Sofía decidió investigar. Preparó su mochila con una linterna, una libreta y su lápiz para anotar cualquier cosa que descubriera.
Al llegar a la laguna, se dio cuenta de que no era la única que había notado el misterioso brillo. El Viejo Galo, un anciano que siempre contaba cuentos fantásticos, estaba allí, observando. "¿Ves eso, Sofía? La laguna tiene secretos, pero no todos son peligrosos"- le dijo el anciano, sonriendo. "Se dice que solo quienes tienen un corazón puro pueden ver la magia de este lugar"-.
Sofía, emocionada, se adentró en el agua con cuidado. Mientras nadaba, el brillo la guiaba hasta una pequeña cueva sumergida. Con su linterna iluminó el interior y encontró un espejo antiguo cubierto de algas. Al tocarlo, el espejo comenzó a brillar aún más y de repente, una voz suave resonó: "¡Hola, Sofía! Soy el Espejo de los Sueños. ¿Qué deseas saber?"-
Sofía quedó boquiabierta. "¿Puedo ver mi futuro?"- preguntó, ansiosa. "No se trata solo de ver, sino de aprender y hacer elecciones"- respondió el espejo. "Tú puedes cambiar tu historia, dependiendo de las decisiones que tomes"-.
Decidida a hacer algo especial, Sofía pensó en su comunidad. "Quiero que en mi pueblo siempre haya amor y amistad entre las personas"- declaró. El espejo brilló intensamente, "Entonces, comienza por ser amigable y ayudar a los que lo necesiten"- dijo.
Con una nueva misión en su corazón, Sofía salió de la cueva y se dedicó a caminar por el pueblo. Ayudó a su vecina, Doña Rosa, a regar su jardín y organizó un juego de pelota con los chicos de su barrio. Poco a poco, el ambiente en Flor del Lago empezó a cambiar. Los vecinos sonreían más y compartían historias, mientras que los niños jugaban juntos, creando nuevas amistades.
Una semana después, Sofía regresó a la laguna. "¡Espejo de los Sueños!"- llamó con entusiasmo. Al acercarse, vio su propio reflejo, radiando luz. "Lo hiciste muy bien, Sofía. Has encendido la chispa de la bondad en tu pueblo"- dijo el espejo. "Pero recuerda, siempre habrá más caminos que tomar. ¡Sigue brillando!"-.
Sofía comprendió que la verdadera magia reside en cada uno de nosotros. "Gracias, amigo espejo!"- exclamó, mientras se sumergía en el agua, sintiendo una felicidad inmensa.
Desde ese día, cada vez que alguien en el pueblo necesitaba ayuda, Sofía estaba allí, lista para escuchar y actuar. La laguna, una vez más, brillaba como nunca, reflejando el amor y la diversidad de su comunidad. Y así, Sofía aprendió que ser una chispa positiva puede transformar no solo su vida, sino también la de todos a su alrededor.
FIN.