El misterio de la luciérnaga perdida



Había una vez un niño llamado Marcos, quien vivía en una ciudad rodeada de bosques y lagos.

Aunque la ciudad era emocionante con sus edificios altos y sus luces brillantes, a Marcos le encantaba escapar a los bosques para explorar la naturaleza. Un día, su escuela organizó un viaje al lago para observar las luciérnagas. "¡Qué emocionante!", exclamó Marcos. "¡Sí, va a ser genial!", respondió su mejor amigo, Juan. Cuando llegaron al lago, todos se dispersaron para buscar luciérnagas.

Marcos estaba tan concentrado en buscarlas que se adentró demasiado en el bosque y se perdió. Desesperado, caminó y caminó hasta que encontró una casa en el medio del bosque. "Hola, ¿hay alguien ahí?", preguntó Marcos.

Para su sorpresa, una familia de luciérnagas salió de la casa. Le explicaron que se habían perdido de su familia en el lago y no sabían cómo volver. Marcos decidió ayudarlas.

Con sus amigos, construyó un refugio magnífico para las luciérnagas y las cuidó hasta que estuvieron listas para regresar a su hogar en el lago. Cuando finalmente volvieron, las luciérnagas iluminaron el bosque con gratitud.

Marcos regresó a la escuela con una lección importante: la importancia de cuidar y proteger a todas las criaturas, grandes o pequeñas. "¡Eres un héroe!", exclamó Juan. "No lo soy, simplemente hice lo correcto", respondió Marcos, con una sonrisa. Desde entonces, visitaban el lago regularmente para asegurarse de que las luciérnagas estuvieran seguras.

Y así, Marcos aprendió que cuidar a los demás siempre traía felicidad.

FIN.

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