El misterio de la Luna cortada



Noah era un niño curioso y observador que vivía en un pequeño pueblo. Todas las noches, miraba por la ventana y veía cómo la luna menguaba poco a poco, como si alguien la estuviera cortando. Intrigado por este fenómeno, decidió investigar por su cuenta.

Noah preguntó a su abuelo, un anciano sabio y amante de las historias, si sabía quién cortaba la luna. El abuelo le contó una leyenda sobre un ser mágico llamado Lunastrim, quien cada noche cortaba un pedazo de la luna para iluminar su camino por el cielo.

Determinado a descubrir la verdad, Noah se puso en marcha. Recorrió el pueblo preguntando a cada persona si habían visto a Lunastrim. Algunos le miraban con extrañeza, otros reían, pero nadie le daba respuestas concretas.

Un día, mientras caminaba por el bosque, Noah escuchó unos murmullos y risas provenientes de un claro. Sigilosamente se acercó y vio a un grupo de hadas con alas resplandecientes. Ellas eran las guardianas de la luna y estaban reparando un espejo mágico que reflejaba la luz de la luna alrededor del mundo.

Noah, maravillado, les preguntó acerca de la desaparición de la luna. Las hadas le explicaron que el espejo se había dañado y la luz de la luna se dispersó. Debían encontrar los fragmentos perdidos para restaurar su brillo.

Entonces, Noah propuso ayudarlas. Juntos, emprendieron un viaje por valles, montañas y ríos en busca de los fragmentos de luz lunar. En su travesía, enfrentaron desafíos como cruzar un puente quebradizo y sortear las artimañas de un duende travieso.

Después de una ardua búsqueda, encontraron los fragmentos y las hadas repararon el espejo mágico. La luna volvió a brillar en todo su esplendor, iluminando el mundo con su luz plateada.

Agradecidas, las hadas le regalaron a Noah un colgante con un pedacito de la luna, como símbolo de su valentía y generosidad. Desde entonces, cada vez que miraba la luna, recordaba la increíble aventura que vivió y la importancia de cuidar y proteger la belleza del mundo.

Y así, Noah aprendió que a veces, detrás de los misterios, se esconden amistades inesperadas, aventuras emocionantes y lecciones valiosas.

FIN.

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