El misterio de la luna llena




Era una noche de luna llena, y Juan y María caminaban de regreso a sus casas luego de haber disfrutado de una tarde en el parque. El resplandor plateado iluminaba el camino, dándole un toque mágico a la noche.

De repente, una figura misteriosa apareció frente a ellos. Era una persona muy extraña, con una capa larga y un sombrero de ala ancha que ocultaba su rostro. Juan y María se detuvieron sorprendidos.

-¡Hola, niños! ¿Qué hacen despiertos a esta hora de la noche? -preguntó la misteriosa figura con una voz amigable. -Nosotros estábamos regresando a casa después de un día en el parque -respondió María con cautela.

-¿Y por qué van solos? Deberían saber que las noches de luna llena son especiales, pero también pueden ser peligrosas. -dijo la figura misteriosa con un tono enigmático. Juan y María se miraron entre ellos, preguntándose quién era esa persona y por qué les decía esas cosas.

Antes de que pudieran hacer más preguntas, la figura misteriosa les habló de un antiguo mito que hablaba sobre la luna llena y la importancia de cuidar y respetar la naturaleza.

Les contó sobre la leyenda de cómo la luna llena representaba la conexión entre la Tierra y el cielo, y cómo todas las criaturas vivas debían celebrarla con respeto y gratitud. Juan y María escuchaban atentamente, fascinados por la historia que les contaba.

-Pero, ¿cómo podemos cuidar y respetar la luna llena? -preguntó Juan con curiosidad. La figura misteriosa les explicó que debían hacer una ofrenda a la luna, algo que representara su amor por la naturaleza y su deseo de protegerla.

Les sugirió que cada uno buscara un objeto especial que sintieran que transmitiera ese amor y gratitud. Juan y María aceptaron el desafío y, agradeciendo a la misteriosa figura, continuaron su camino a casa.

En el camino, cada uno buscó en su corazón un objeto especial que representara su amor por la naturaleza. Al llegar a casa, se encontraron de nuevo con la misteriosa figura, quien los felicitó por su valentía y les dijo que habían entendido el mensaje de la luna llena.

Junto a la figura misteriosa, miraron la luna llena en el cielo y dejaron sus ofrendas con gratitud. En ese momento, la figura misteriosa se quitó el sombrero y reveló su rostro.

Juan y María se sorprendieron al ver que era el guardaparque del parque donde habían estado esa tarde. El guardaparque les explicó que esa noche quería transmitirles un mensaje importante sobre el cuidado de la naturaleza y el respeto por el medio ambiente.

Juan y María entendieron la lección y prometieron cuidar y proteger la naturaleza en todo lo que hicieran. Desde esa noche, cada vez que veían la luna llena, recordaban la valiosa lección que habían aprendido y renovaban su compromiso de cuidar el planeta.

La magia de esa noche de luna llena había dejado una huella profunda en sus corazones.

FIN.

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