El misterio de la maestra desaparecida


En la escuela primaria Los Aromos, los alumnos estaban ansiosos por terminar clases e irse de vacaciones. El último día de clases, la maestra de tercer grado, la señorita Ana, les dijo a sus alumnos: -¡Chicos, espero que tengan unas maravillosas vacaciones! Recuerden cuidarse, disfrutar en familia y también no olviden seguir aprendiendo siempre. Nos vemos el próximo año. Los niños se despidieron con alegría y salieron corriendo de la escuela.

Pero, al día siguiente, cuando los chicos fueron a la escuela a buscar las libretas que habían olvidado, se encontraron con algo extraño. La puerta del aula de la señorita Ana estaba entreabierta y dentro no había nadie. Los niños comenzaron a buscar a la maestra por todo el colegio, pero no lograron encontrarla. Estaban preocupados y no sabían qué hacer.

Decidieron entonces formar un equipo de detectives. Santiago, Sofia, Marcos y Valentina se propusieron resolver el misterio de la maestra desaparecida. Comenzaron a buscar pistas por toda la escuela. En el patio, encontraron unas huellas extrañas que los llevaron al jardín. Allí, descubrieron un collar brillante que reconocieron como perteneciente a la maestra.

-¡Esto es una pista importante! -exclamó Santiago-. Debemos seguir buscando.

Los chicos continuaron investigando y descubrieron que las huellas llevaban hacia el bosquecito detrás de la escuela. Con valentía, se adentraron en el bosque y, entre los árboles, encontraron una casa abandonada. Decidieron entrar con cuidado y, para su sorpresa, vieron a la maestra Ana atada a una silla, ¡pero estaba bien! Había sido un simulacro organizado por la maestra para enseñarles a los chicos a no tener miedo y a resolver problemas juntos.

La señorita Ana les explicó que quería enseñarles una última lección antes de las vacaciones: la importancia de la valentía, el trabajo en equipo y la resolución de problemas. Los niños, aunque asustados al principio, entendieron la enseñanza y se sintieron orgullosos de haber resuelto el misterio. Al final, se despidieron de la escuela con una lección aprendida y la promesa de seguir usando sus habilidades de detective en el próximo año escolar.

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