El misterio de la montaña de tembleque

En un pequeño rancho en las montañas de Panamá, vivían dos hermanitos llamados Carlos y Sofía. Ellos disfrutaban jugando juntos y siempre estaban acompañados por su fiel perrito, Pancho.

Un día, mientras jugaban cerca del río, se encontraron con una anciana llamada Doña Rosa. Ella les contó sobre la leyenda de la montaña de tembleque, un lugar mágico donde se decía que crecían árboles de tembleque, una fruta deliciosa que solo se encontraba en ese lugar.

Los niños estaban emocionados y decidieron emprender la aventura hacia la montaña de tembleque. -'¿Quieren ir conmigo a buscar tembleque, panitas?', les preguntó entusiasmada Doña Rosa. Los niños asintieron emocionados y juntos se pusieron en marcha hacia la montaña.

Durante el camino, encontraron un pilón abandonado y decidieron llevárselo para usarlo en el fogón. Finalmente, llegaron a la montaña y se adentraron en la densa selva.

De repente, escucharon un ruido extraño y vieron a un hombre con un machete cortando los árboles de tembleque. -'¡Alto ahí! ¿Qué estás haciendo?', gritó Doña Rosa. El hombre se disculpó y les explicó que estaba recolectando tembleque para venderlo en el mercado. Sin embargo, les contó que había una manera de obtener tembleque sin dañar los árboles.

Les enseñó a recoger las frutas maduras que caían al suelo y les mostró cómo preparar tembleque con tortillas de maíz para compartir en la junta del pueblo.

Los niños aprendieron una valiosa lección sobre la importancia de cuidar y respetar la naturaleza. Desde ese día, Doña Rosa, Carlos, Sofía y Pancho compartieron la deliciosa fruta de tembleque con todo el pueblo, convirtiendo sus juntas en momentos aún más especiales.

Y así, la montaña de tembleque se convirtió en un lugar de encuentro y celebración para todos.