El misterio de la montaña encantada
Había una vez en un pequeño pueblo en las montañas, un grupo de valientes amigos: Martina, Lucas y Juanse. Un día, decidieron explorar la montaña encantada, un lugar misterioso del que se contaban muchas leyendas.
"¡Vamos a la montaña encantada!" exclamó Martina, entusiasmada. "Pero dicen que hay extraños sonidos y luces en esa montaña, podría ser peligroso", advirtió Lucas. "¡No tengas miedo! Será una gran aventura", respondió Juanse con valentía.
A pesar de los temores, emprendieron el camino hacia la montaña encantada. Al llegar, descubrieron un paisaje maravilloso lleno de flores y árboles mágicos. De repente, escucharon un sonido extraño, algo así como 'wpjppppwlñÑhj'. Intrigados, decidieron seguir el sonido y se adentraron en un pasaje secreto.
Allí encontraron a un simpático duende que necesitaba ayuda. El duende les explicó que el hechizo que protegía la montaña estaba a punto de romperse y necesitaba la ayuda de valientes como ellos para recomponerlo.
Los tres amigos aceptaron el desafío y buscaron por toda la montaña los ingredientes necesarios para reparar el hechizo. En su búsqueda, superaron obstáculos, resolvieron acertijos y se ayudaron mutuamente. Finalmente, lograron reunir los ingredientes y con la magia de la amistad, lograron reparar el hechizo justo a tiempo.
La montaña volvió a brillar con su resplandor mágico y el duende agradecido les prometió protegerlos siempre.
Los amigos regresaron al pueblo como héroes, y desde ese día, la montaña encantada se convirtió en un lugar de paz y amistad para todos. "Nunca imaginé que tendríamos una aventura tan emocionante y que la amistad tendría tanto poder", dijo Lucas emocionado. "Es cierto, juntos podemos lograr cualquier cosa", afirmó Martina con una sonrisa.
"Y siempre estaremos protegidos por la magia de la montaña encantada", agregó Juanse. Desde entonces, los tres amigos visitaban la montaña encantada cada vez que necesitaban recordar el valor de la amistad y la importancia de ayudar a los demás.
FIN.