El misterio de la Montaña Encantada



En un pueblito muy pequeño y encantador, rodeado de montañas cubiertas de un verdor esplendoroso, vivía una niña llamada Valentina. Valentina siempre había sentido gran curiosidad por una montaña en particular, conocida como la Montaña Encantada.

Se decía que en su cima se escondía un tesoro mágico, pero nadie se atrevía a subir a buscarlo debido a las historias de misteriosos sucesos que ocurrían allí.

Un día, Valentina decidió que era momento de descubrir la verdad sobre la Montaña Encantada y convenció a su mejor amigo, Tomás, de que la acompañara en esta aventura. Juntos, antes del amanecer, emprendieron el ascenso a la misteriosa montaña.

El sendero estaba cubierto de helechos y el aire se llenaba con el delicioso aroma de las flores silvestres. De repente, escucharon un trino melodioso que los guió hasta una cueva oculta. - ¿Qué será eso? - preguntó Valentina emocionada. - ¡No lo sé, pero es emocionante! - contestó Tomás.

Al adentrarse en la cueva, descubrieron un hermoso nido de pájaros brillantes. Los pajaritos cantaban alegremente y alrededor del nido encontraron piedras y gemas resplandecientes. Sin duda, era el tesoro mágico que todos buscaban.

Llenos de asombro, Valentina y Tomás recogieron cuidadosamente algunas de las gemas y emprendieron el regreso al pueblo. A su llegada, compartieron la maravillosa experiencia con todos, quienes quedaron encantados con las gemas y los dulces trinos de los pájaros.

A partir de ese día, la Montaña Encantada se convirtió en un lugar de magia y alegría para todos. Valentina y Tomás aprendieron que la verdadera riqueza se encuentra en los momentos de aventura y en la belleza natural que nos rodea.

FIN.

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