El misterio de la pastelería mágica

En un pintoresco pueblo argentino, vivían dos hermanos llamados Lucía y Mateo. Un día, mientras paseaban por la plaza del pueblo, descubrieron una pastelería mágica dirigida por una simpática anciana llamada Doña Rosa.

Los niños se maravillaron al ver cómo las tartas levitaban y las galletas brillaban con destellos mágicos. Doña Rosa les explicó que la magia de la pastelería provenía de un antiguo contrato que había realizado con un hada en su juventud.

El hada le concedió el don de crear deliciosos postres mágicos a cambio de un contrato de precio unitario: un poco de magia por cada pastel vendido. Emocionados, Lucía y Mateo se ofrecieron para ayudar a Doña Rosa en la pastelería.