El Misterio de la Poción Salvadora



Había una vez en la escuela "Los Peques Felices" un maestro llamado Profesor Risueño. Como su nombre lo indicaba, siempre estaba sonriendo y contagiaba alegría a todos sus alumnos. Sus clases eran divertidas, creativas y llenas de aprendizaje.

Pero tenían un pequeño problema: cuando el Profesor Risueño se enojaba, algo extraño sucedía. Se transformaba en un monstruo gruñón y asustaba a todos con sus rugidos y gestos amenazantes.

Aunque al principio los niños se asustaban, pronto descubrieron que era solo temporal y que volvía a ser su querido maestro después de un rato. Un día, durante la clase de matemáticas, uno de los alumnos cometió un error en la pizarra que hizo enfurecer al Profesor Risueño.

En cuestión de segundos, se convirtió en el temible monstruo y los niños empezaron a preocuparse. Pero esta vez algo diferente iba a ocurrir.

"¡Oh no! ¡El profesor se ha convertido en el monstruo otra vez!" -exclamó Martina, una valiente niña de cabello rizado. "Tranquilos chicos, recuerdo haber leído sobre una antigua podían mágica que puede revertir hechizos", dijo Lucas, el más astuto del salón.

Los niños decidieron actuar rápido antes de que el Profesor Risueño causara estragos en la escuela. Se juntaron en círculo alrededor del monstruo y comenzaron a recitar la podían mágica que habían encontrado escondida en un viejo libro de cuentos:"Con risas y alegría, nuestro maestro volverá ese día.

Que su corazón bondadoso, sea siempre luminoso. "A medida que recitaban las palabras con fuerza y convicción, una luz brillante envolvió al monstruo y poco a poco fue desapareciendo hasta revelar al Profesor Risueño nuevamente.

El maestro parpadeó sorprendido al ver a sus alumnos reunidos frente a él con sonrisas radiantes. Les preguntó qué había pasado y los niños le contaron sobre su transformación cuando se enojaba y cómo habían encontrado la manera de ayudarlo gracias a la antigua podían mágica.

El Profesor Risueño sintió un profundo agradecimiento hacia sus alumnos por haberlo liberado del hechizo que lo atormentaba. Desde ese día, prometió trabajar en controlar su temperamento para no volver a convertirse en aquel temible monstruo.

La noticia sobre lo ocurrido se extendió por toda la escuela "Los Peques Felices" y el Profesor Risueño se convirtió aún más querido por todos.

Los niños aprendieron sobre la importancia del trabajo en equipo, la empatía hacia los demás y cómo juntos podían superar cualquier obstáculo. Y así, entre risas y enseñanzas valiosas, continuaron las divertidas clases con el entrañable Profesor Risueño como guía para seguir creciendo felices e inteligentes juntos.

FIN.

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