El misterio de la puerta pequeña

Había una vez una niña llamada Rosita, a quien le encantaba explorar. Un día, encontró una puerta pequeña en el jardín de su casa y decidió cruzarla.

Para su sorpresa, al otro lado, sus padres habían desaparecido misteriosamente y una bruja malvada la atrapó en sus garras. Rosita, desesperada por encontrar a sus verdaderos padres, emprendió un viaje lleno de desafíos y pruebas que debía superar.

Afortunadamente, no estaba sola, su fiel gato naranja, Copito, y un misterioso triángulo que encontró en su bolsillo la ayudarían en su búsqueda. A lo largo de su viaje, Rosita aprendió valiosas lecciones sobre la amistad, la valentía y la perseverancia.

Con la ayuda de sus amigos y su astucia, logró superar cada obstáculo, siempre siguiendo las pistas que el triángulo le brindaba. Finalmente, después de superar todas las pruebas, Rosita encontró a sus padres y juntos lograron escapar de las garras de la bruja.

Desde ese día, Rosita valoró más que nunca a su familia y nunca dejó de explorar, sabiendo que con valentía y la ayuda de sus seres queridos, siempre podría superar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.