El misterio de la señal de tránsito perdida


En un pequeño pueblo llamado Villa Tranquilidad, un grupo de amigos de 5to b, conformado por Tomás, Lucía, Sofía y Joaquín, estaban emocionados porque su maestra les había asignado un proyecto sobre las señales de tránsito.

Esa tarde, los cuatro amigos se reunieron en la plaza del pueblo, donde se encontraba la señal de tránsito más antigua y misteriosa. La señal, un semáforo antiguo y oxidado, siempre había sido tema de curiosidad entre los habitantes de Villa Tranquilidad.

Entre risas y emocionados, los niños comenzaron a investigar la historia de la señal, pero para su sorpresa, descubrieron que faltaba una señal importante: ¡la señal de “cruce peligroso”!

Alarmados, los amigos decidieron buscar pistas por todo el pueblo para encontrar la señal perdida. Recorrieron calles, plazas e incluso fueron a la estación de policía para preguntar si alguien sabía algo. Pero nadie parecía tener información sobre la misteriosa desaparición.

Finalmente, decidieron visitar al viejo Señor Manuel, el antiguo guardia de tráfico del pueblo, para ver si él sabía algo sobre la señal perdida.

.-Señor Manuel, ¿sabe qué pasó con la señal de “cruce peligroso”? -preguntó curioso Tomás.

El viejo Señor Manuel, con una sonrisa, les contó que la señal había sido retirada porque había un error en su ubicación y que la habían llevado a otro pueblo cercano. Les dio la ubicación exacta y los amigos se dispusieron a recuperarla.

Con las indicaciones del Señor Manuel, los niños emprendieron una aventura en bicicleta hacia el pueblo vecino. Luego de un emocionante recorrido, finalmente encontraron la señal perdida. Con gran esfuerzo, la llevaron de regreso a su pueblo.

Al regresar a Villa Tranquilidad, los amigos colocaron la señal de “cruce peligroso” en su lugar correcto, conscientes de la importancia de respetar las normas de tránsito y cuidar la seguridad de todos. Todos los habitantes del pueblo aplaudieron su esfuerzo y valentía.

Desde ese día, la amistad de Tomás, Lucía, Sofía y Joaquín se fortaleció, y ellos, junto a todos los habitantes de Villa Tranquilidad, aprendieron la importancia de las señales de tránsito y el valor de trabajar en equipo para resolver problemas.

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