¡El Misterio de la Torta Perdida!


Había una vez una niña llamada Nahir que estaba muy emocionada porque hoy cumplía 5 años. Su hermano Amir, su papito y la mami Magda estaban también muy felices por ella y querían hacer de este día algo especial.

Nahir había pedido como regalo de cumpleaños una torta deliciosa con muchas velitas brillantes. Pero cuando llegó el momento de soplar las velas, se dieron cuenta de que la torta había desaparecido misteriosamente.

-Nahir, ¡tu torta ha sido robada! -exclamó su papito sorprendido. -¡Oh no! ¿Quién habrá sido? -preguntó Nahir preocupada. Sin pensarlo dos veces, Nahir decidió emprender una aventura junto a su hermano Amir, su papito y la mami Magda para encontrar su preciada torta de cumpleaños.

Sabían que no sería fácil, pero estaban dispuestos a enfrentar cualquier obstáculo. Caminaron por un oscuro bosque y se encontraron con unos zombies hambrientos que bloqueaban el camino hacia la cueva donde creían que podría estar la torta.

-¡No pasarán! -gritaron los zombies amenazantes. Pero Nahir tenía un plan ingenioso. Sacó unas galletitas dulces de su mochila y comenzó a lanzarlas hacia los zombies distrayéndolos mientras el resto del grupo pasaba sigilosamente por detrás.

Con valentía y astucia lograron llegar hasta la cueva sin ser atrapados por los zombies. Dentro de la cueva se encontraron con arañas gigantes colgando del techo. Parecían muy peligrosas, pero Nahir recordó que las arañas son amigables si no les haces daño.

-Tranquilas arañitas, solo estamos buscando nuestra torta de cumpleaños. ¿Nos ayudarían a encontrarla? -les preguntó Nahir con una dulce voz. Las arañas asintieron y comenzaron a tejer un camino seguro hacia el lugar donde se encontraba la torta.

Gracias a su guía, lograron llegar hasta una enorme mesa llena de pasteles y golosinas. -¡Aquí está mi torta! -exclamó Nahir emocionada. Pero justo cuando iban a tomarla, apareció una mamá enojona que protegía la mesa de los intrusos.

-¡Fuera de aquí! ¡Esa es mi comida para el picnic! -gritó furiosa la mamá enojona. Nahir se acercó lentamente y le explicó amablemente que solo querían recuperar su torta de cumpleaños.

La mamá enojona se calmó al ver la dulzura y educación de Nahir, y decidió compartir un pedazo del pastel con ellos. Con sus barriguitas llenas y felices, continuaron su aventura para regresar a casa. Pero antes de irse, vieron unas hermosas flores que parecían moverse extrañamente.

-¡Cuidado! Esas flores comen hermanos y niñas -advirtió Amir asustado. Pero Nahir tenía otra idea brillante. Recordó haber aprendido sobre cómo tratar las plantitas en el jardín de su abuelita.

Se acercó con cuidado y les habló suavemente a las flores, explicándoles que no querían hacerles daño. Las flores se calmaron y dejaron de moverse amenazadoramente. De hecho, se abrieron para revelar una pequeña entrada hacia un camino seguro de regreso a casa.

Llenos de alivio y gratitud por el final feliz de su aventura, Nahir, Amir, papito y mami Magda regresaron a casa justo a tiempo para disfrutar del pastel de cumpleaños.

Nahir aprendió que la valentía, la astucia y la amabilidad pueden ayudarnos a superar cualquier obstáculo. También aprendió que es importante tratar a los demás con respeto y comprensión. Fue un cumpleaños lleno de lecciones importantes y momentos inolvidables para todos.

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