El misterio de las escobillas desaparecidas



Había una vez un colegio muy especial llamado "Escuela de la Alegría". En este lugar, los niños aprendían no solo matemáticas y ciencias, sino también valores como el respeto y la amistad.

Pero algo extraño comenzó a suceder en el baño de las chicas: todas las mañanas, las escobillas del inodoro aparecían metidas dentro del agua. La directora del colegio, la señorita Ana, decidió investigar el misterio.

Reunió a todos los alumnos en el patio y les contó lo que estaba ocurriendo. "¡Chicos! Tenemos un problema en nuestra escuela. Las escobillas del baño están siendo metidas dentro del water todas las noches.

No sabemos quién está haciendo esto, pero creemos que puede ser obra de un duende travieso. "Los niños se miraron entre sí con curiosidad y asombro. Nunca habían oído hablar de duendes reales antes. "¿Qué podemos hacer para descubrir al responsable?" -preguntó la señorita Ana.

Todos los chicos comenzaron a dar ideas: poner una cámara oculta, vigilar el baño toda la noche e incluso atrapar al duende con una trampa. Pero ninguna idea parecía funcionar.

Entonces, Sofía, una niña muy inteligente y observadora levantó su mano y dijo:"Señorita Ana, ¿y si en lugar de buscar al culpable nos esforzamos por enseñarle algo?"La señorita Ana sonrió ante esta propuesta tan interesante. "Sofía tiene razón", dijo ella.

"En lugar de castigar al responsable si lo encontramos, podemos ayudarle a entender por qué sus acciones no son correctas. "Así que todos los niños se pusieron manos a la obra. Decidieron escribir una carta al duende desconocido, explicándole cómo afectaba a todos las bromas que hacía en el baño.

"Querido duende travieso", comenzó la carta. "Sabemos que te diviertes metiendo las escobillas del baño en el water, pero esto no está bien. El agua se ensucia y tenemos que gastar recursos para limpiarlo cada día.

Además, algunas niñas se asustan y no quieren ir al baño. "La señorita Ana colocó la carta junto al inodoro antes de irse a casa esa tarde.

A la mañana siguiente, cuando llegaron al colegio, todos los niños corrieron hacia el baño con muchas expectativas. Y ¡sorpresa! No había ninguna escobilla dentro del water. "¡Funcionó!" -exclamaron emocionados. Desde aquel día, nunca más aparecieron escobillas en el inodoro de las chicas.

Los niños aprendieron que es mejor enseñar y comprender a alguien en lugar de castigarlo sin razón.

Y así fue como en la Escuela de la Alegría descubrieron una lección muy valiosa: siempre hay una forma pacífica y educativa de resolver los problemas y ayudar a los demás a cambiar sus malos hábitos. Y colorín colorado, esta historia llena de enseñanzas ha terminado.

FIN.

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