El misterio de las estrellas, las flores, los campos y las mariposas



En un lejano valle, rodeado de imponentes montañas y cristalinos arroyos, vivían las estrellas, las flores, los campos y las mariposas.

Cada uno de ellos tenía una labor especial: las estrellas iluminaban el cielo durante la noche, las flores pintaban de colores el campo, los campos alimentaban a todos los habitantes del valle, y las mariposas alegraban con su danza a cada ser vivo. Sin embargo, un día, una misteriosa sombra oscureció el valle.

Las estrellas comenzaron a perder su brillo, las flores marchitaron, los campos se volvieron áridos y las mariposas dejaron de revolotear. El valle entero se sumió en la tristeza. -¡Qué está sucediendo en nuestro valle! -exclamó la estrella más brillante.

-No lo sé, pero siento que algo malo está afectando nuestra energía -respondió una de las flores. -Tenemos que hacer algo para recuperar la armonía en el valle -dijo con determinación un viejo campo.

-¡Sí, tenemos que descubrir qué está causando este desequilibrio y solucionarlo! -agregó una mariposa con alas plateadas. Decidieron unir fuerzas y emprender un viaje en busca de respuestas. Las estrellas iluminaron el camino, las flores perfumaron el aire, los campos proveían alimento en el trayecto y las mariposas guiaban con su danza.

Tras recorrer senderos escarpados y atravesar densos bosques, llegaron a un claro donde encontraron a un ser oscuro que emanaba una energía negativa. -¿Quién eres? ¿Por qué has traído tristeza a nuestro valle? -inquirieron los valientes seres.

El ser oscuro explicó que provenía de la desesperanza y la falta de amor en el mundo exterior, y que había decidido quedarse en el valle para llevar esa oscuridad a todos sus habitantes.

Sin embargo, los valientes seres no se dieron por vencidos. Comenzaron a entonar cantos de esperanza, envolviendo al ser oscuro en una luz brillante y cálida.

Poco a poco, la oscuridad se disipó y el ser oscuro se transformó en una luz radiante que se fundió con la energía positiva del valle. Al instante, las estrellas recuperaron su brillo, las flores reverdecieron, los campos se llenaron de frutos y las mariposas danzaron con alegría.

El equilibrio y la armonía volvieron al valle, y los valientes seres comprendieron que, juntos, podían superar cualquier desafío y mantener viva la luz en sus corazones.

Desde ese día, el valle de las estrellas, las flores, los campos y las mariposas se convirtió en un faro de esperanza y amor para todo el mundo, recordándoles que la unión y la solidaridad siempre vencen a la oscuridad.

FIN.

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