El misterio de las flores que morían



En un hermoso pueblo llamado Florescencia, vivían dos amigas, Karla y Laura. Ellas eran inseparables y les encantaba disfrutar de la naturaleza. Un día, notaron que las flores del jardín de Karla comenzaron a marchitarse misteriosamente. Estaban tristes al ver cómo las hermosas flores se marchitaban sin razón aparente. Decidieron investigar qué estaba sucediendo.

- ¡Karla, nuestras flores se están muriendo! ¡No entiendo qué está pasando! - exclamó Laura preocupada.

- Lo sé, es muy triste verlas marchitarse. Vamos a descubrir qué les está sucediendo - respondió Karla decidida.

Decidieron hablar con la sabia Señora Margarita, una anciana que conocía todos los secretos del jardín.

- Señora Margarita, ¿sabe por qué nuestras flores se están muriendo? - preguntó Laura con ansiedad.

- Ah, mis queridas niñas, las flores están muriendo porque les falta algo muy importante: amor y cuidado. Además, necesitan ser regadas adecuadamente y recibir la luz del sol. Si no reciben todo esto, es normal que se marchiten - explicó la sabia señora.

Las niñas comprendieron que no estaban cuidando adecuadamente a las flores. Decidieron actuar de inmediato.

Ambas se dedicaron a regar las flores todos los días, a colocarlas bajo la luz del sol y a hablarles amorosamente. Poco a poco, las flores empezaron a recuperarse y a florecer nuevamente. Estaban radiantes y hermosas como antes.

- ¡Mira, Karla, nuestras flores están tan felices y hermosas de nuevo! El cuidado y el amor realmente las han revivido - exclamó Laura emocionada.

- Sí, Laura, aprendimos que las plantas al igual que las personas necesitan amor y cuidado. No podemos descuidarlas nunca más - dijo Karla con una sonrisa.

Desde ese día, Karla y Laura se convirtieron en las mejores cuidadoras de flores y compartieron su conocimiento con todos en el pueblo. Las flores de Florescencia volvieron a brillar con todo su esplendor y alegría gracias al amor y cuidado de sus habitantes.

FIN.

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