El misterio de las palabras escondidas



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Palabraville, donde todos los habitantes vivían felices y contentos. En Palabraville, las palabras no solo se usaban para comunicarse, sino que también tenían vida propia. Podían reír, llorar, jugar y hasta esconderse.

Sí, esconderse. En una soleada mañana, los niños del pueblo se despertaron descubriendo que las palabras estaban desapareciendo misteriosamente de los libros, las conversaciones y las cartas.

La alarma se extendió por el pueblo y todos se preguntaban qué podía estar sucediendo. -¿Dónde estarán las palabras? -se preguntaba la maestra Clara, con preocupación. -¡Debemos buscarlas! -exclamaron los niños, decididos a resolver el misterio. Así que, decidieron emprender una aventura para encontrar a las palabras perdidas.

Durante su búsqueda, descubrieron que las palabras se habían escondido por miedo a ser olvidadas, ya que el pueblo estaba tan acostumbrado a usar las mismas palabras una y otra vez, que las otras se sentían desplazadas y tristes.

Los niños entendieron que debían mostrar a las palabras lo importantes que eran todas, sin importar cuán poco se usaran. Con amor y paciencia, convencieron a las palabras de volver al pueblo.

Una vez que todas estuvieron reunidas, organizaron un gran festival de palabras, donde cada palabra tuvo la oportunidad de brillar y ser apreciada. Desde ese día, en Palabraville, las palabras se valoraban y nunca más volvieron a esconderse.

Y los niños, aprendieron la importancia de valorar y dar espacio a todas las palabras, porque cada una tiene su razón de ser en el mundo.

FIN.

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