El misterio de las pesadillas luminosas

En un pequeño pueblo rodeado de frondosos bosques, vivía Julián, un niño curioso y valiente. Todas las noches, Julián escuchaba extraños susurros y veía sombras moverse en su habitación. Aterrorizado, pensaba que el terror en la noche generaba imágenes.

Una noche, decidió enfrentar sus miedos y descubrir la verdad. Armado con una linterna, Julián se adentró en los oscuros bosques que rodeaban su casa. "No tengo miedo, no tengo miedo", repetía para darse ánimo.

A medida que avanzaba, las sombras parecían cobrar vida, pero algo llamó su atención: unas misteriosas luces parpadeantes. Siguiendo las luces, Julián llegó a un claro donde descubrió a unas criaturas diminutas llamadas los Luminitos.

Estas diminutas criaturas luminosas le explicaron que ellos fabricaban sueños y pesadillas, y que las pesadillas que Julián veía eran creaciones accidentales que se escapaban. Con valentía, Julián decidió ayudar a los Luminitos a resolver el problema.

Juntos, crearon una máquina para capturar las pesadillas y convertirlas en hermosas luces que iluminarían las noches. Al final, Julián entendió que el terror en la noche no generaba imágenes, sino que hay seres maravillosos que necesitan ayuda.

Desde entonces, Julián y los Luminitos se convirtieron en grandes amigos, y cada noche Julián dormía tranquilo sabiendo que, gracias a él, la oscuridad se llenaba de luces de colores en lugar de sombras aterradoras.