El misterio de los alienígenas en Jujuy



En un pequeño pueblo de Jujuy, vivía un gato llamado Mishi, que había decidido trabajar como guardián en el museo local. Mishi era un gato muy curioso y siempre estaba atento a todo lo que sucedía a su alrededor.

Un día, mientras patrullaba el museo, notó extrañas luces brillantes que surgían desde el cerro cercano. Intrigado, decidió investigar por su cuenta. Al llegar al cerro, Mishi se encontró con unas extrañas criaturas que nunca había visto antes.

Eran pequeños alienígenas que parecían perdidos. -Hola, ¿quién son ustedes? -preguntó Mishi con curiosidad. Los alienígenas, asustados al principio, pronto se dieron cuenta de que Mishi no era una amenaza.

-Somos visitantes de otro planeta, nos perdimos y ahora no sabemos cómo regresar a casa -explicaron los alienígenas. Mishi, siempre dispuesto a ayudar, decidió llevar a los alienígenas al museo, donde sabía que encontraría la ayuda que necesitaban.

Juntos, planearon una estrategia para comunicarse con los alienígenas y buscar una forma de ayudarles a regresar a su planeta. Con la ayuda de los científicos del museo, lograron descifrar el idioma de los alienígenas y entendieron cómo reparar su nave espacial.

Después de días de arduo trabajo y cooperación, finalmente los alienígenas pudieron regresar a su hogar. Mishi se despidió de ellos con tristeza, pero también con orgullo por haberlos ayudado. Los científicos del museo quedaron impresionados por la valentía y la inteligencia de Mishi, y decidieron nombrarlo como guardián honorario del museo.

Desde ese día, Mishi siguió patrullando el museo, sabiendo que siempre estaría listo para ayudar en cualquier situación extraordinaria que pudiera surgir.

FIN.

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