El misterio de los besos mutantes

Ambar y Juan eran dos niños muy curiosos y aventureros. Un día, mientras jugaban en el parque, encontraron una extraña roca brillante que emitía destellos de colores. Sin pensarlo dos veces, decidieron llevársela a casa para investigar.

Al llegar, la roca comenzó a temblar y de repente se rompió, liberando una nube de polvo brillante que los envolvió. Al inhalar el polvo, Ambar y Juan sintieron una extraña energía recorrer sus cuerpos.

Al día siguiente, cuando se fueron a dar un beso de despedida, algo increíble sucedió: ¡sus labios emitieron destellos de colores y surgieron mariposas mágicas que revoloteaban a su alrededor! Fascinados por este asombroso suceso, Ambar y Juan decidieron investigar más.

Descubrieron que la roca era una piedra especial que había caído del cielo, y que les había otorgado poderes mutantes a través de su amor puro y sincero. Con sus nuevos dones, decidieron usarlos para hacer el bien, esparciendo amor y alegría por dondequiera que fueran.

Se convirtieron en los defensores del amor, ayudando a quienes lo necesitaban y protegiendo a los que eran víctimas de la tristeza y la soledad.

Ambar y Juan aprendieron que el verdadero poder no está en la piedra mágica, sino en el amor que hay en sus corazones, y que juntos podían hacer del mundo un lugar mejor.