El misterio de los colores perdidos

En el Colegio Marista de Guaynabo, Puerto Rico, vivía Niza, una niña muy creativa y hábil con el arte. Un día, mientras dibujaba en su cuaderno, notó que los colores de sus lápices de repente se desvanecían. Intrigada, decidió investigar más sobre esto.

Niza buscó ayuda de sus amigos, Mateo y Sofía, quienes también tenían un gran amor por el arte. Juntos, decidieron embarcarse en una aventura para descubrir el misterio de los colores perdidos.

Por el camino, se encontraron con varios desafíos y obstáculos, pero la creatividad de Niza les ayudó a superar cada uno de ellos. Con ingenio y determinación, lograron seguir adelante. Finalmente, descubrieron que un malvado mago había robado todos los colores del mundo para su propio beneficio.

Con valentía, Niza y sus amigos se enfrentaron al mago y, utilizando su creatividad, lograron convencerlo de devolver los colores. El mundo volvió a llenarse de tonos vibrantes y hermosos. Niza se dio cuenta de que su habilidad para el arte no solo era para crear belleza, sino también para resolver problemas.

Desde ese día, Niza y sus amigos continuaron creando arte, inspirando a otros a explorar su creatividad y afrontar desafíos con imaginación. La historia de su aventura se extendió por el colegio, animando a todos a no darse por vencidos ante los problemas, sino a buscar soluciones con ingenio y creatividad.