El misterio de los colores perdidos
En una pequeña ciudad, en un rincón muy especial, vivía un grupo de niños elocuentes, cariñosos, amables y graciosos. Ellos adoraban pintar y cantar, pero también tenían una habilidad especial: resolver misterios. Un día, la Maestra Natalia les contó sobre una leyenda antigua que hablaba de los colores perdidos. Según la leyenda, en lo más profundo del bosque, existía un mundo mágico donde habitaban los colores más hermosos que jamás se habían visto, pero un día, algo terrible sucedió: los colores desaparecieron misteriosamente. Los niños, emocionados con este misterio, decidieron emprender una aventura para resolverlo. "¡Vamos a descubrir qué pasó con los colores perdidos!" dijo Juan, el niño más elocuente del grupo. -
Los niños se adentraron en el bosque, cantando canciones alegres y pintando hermosos paisajes a su paso. Pronto, se encontraron con una serie de enigmas y acertijos que debían resolver para seguir adelante. "¡Que divertido es resolver estos misterios!" exclamó Lucía, la niña más cariñosa del grupo. -
Finalmente, llegaron a un claro en el bosque, donde descubrieron a un grupo de duendes tristes y descoloridos. Los duendes les contaron que un ser malvado les había robado los colores para crear un hechizo oscuro. Los niños, con valentía y amabilidad, prometieron ayudar a los duendes. Juntos, idearon un plan para recuperar los colores perdidos. -
Con ingenio y gracia, los niños lograron engañar al ser malvado y recuperar los colores, devolviendo la alegría al bosque y a los duendes. La Maestra Natalia, llena de orgullo, les dijo: "Han demostrado que con el poder de la amistad, la creatividad y la valentía, cualquier misterio puede ser resuelto". Desde ese día, los niños siguieron pintando, cantando y resolviendo misterios, llenando sus vidas de aventuras y aprendizajes.
FIN.