El Misterio de los Cuervos en Luto

En un frondoso bosque, habitaba una colonia de cuervos que siempre se destacaban por su vitalidad y alegría. Sin embargo, una mañana, los animales del bosque notaron que los cuervos estaban de luto.

Sus alas estaban caídas y su graznido era melancólico. El líder del bosque, Don Cotorro, decidió investigar la razón detrás del repentino cambio en el comportamiento de los cuervos. "¿Qué les sucede, amigos cuervos?", preguntó don Cotorro con preocupación.

"Nuestro árbol favorito, el Roble Centenario, ha sido alcanzado por un rayo y ha perdido todas sus ramas. Es el hogar de nuestra comunidad y fuente de nuestra alegría. Estamos de luto por su pérdida", respondió Corina, la cuerva más anciana.

Conmovido por la tristeza de los cuervos, don Cotorro prometió ayudarlos a encontrar una solución. "Debemos buscar una manera de sanar al Roble Centenario y devolver la felicidad a nuestros amigos cuervos", proclamó don Cotorro. Juntos, los animales del bosque idearon un plan para revitalizar el árbol.

Recolectaron semillas de flores silvestres y las plantaron alrededor del Roble Centenario, regándolas con cuidado cada día. Poco a poco, las semillas germinaron y el suelo alrededor del árbol se cubrió de coloridas flores.

Los cuervos, al ver la transformación, empezaron a recuperar su alegría. Sus graznidos volvieron a ser juguetones y sus alas recuperaron su vigor. El Roble Centenario, nutrido por el amor y la dedicación de los animales del bosque, comenzó a sanar.

Con el tiempo, sus ramas volvieron a crecer, proporcionando un hogar seguro para los cuervos. El bosque volvió a resonar con la risa y la algarabía de los cuervos, quienes aprendieron que la unión y la esperanza pueden superar cualquier adversidad.