El misterio de los duendes en el colegio del Director Atilio



En el colegio del Director Atilio sucedía algo muy extraño. Los niños afirmaban ver pequeñas Figuras correteando por los pasillos, pero cuando los adultos iban a investigar, no encontraban nada.

Un día, la traviesa Briana decidió seguir a los duendes y descubrió que, en realidad, eran criaturas amistosas que querían jugar con los niños. Sin embargo, algo extraño estaba sucediendo: el Director Atilio, quien siempre había sido gentil y diligente, de repente se volvió irritable y olvidadizo.

Los duendes le jugaron una gambeta pesada, escondiendo sus objetos y confundiéndolo. Los niños, preocupados por el cambio en su director, decidieron actuar. -“Tenemos que ayudar al Director Atilio”, dijo Briana. - “¡Sí! ”, exclamaron los demás.

Decidieron planear una estrategia para ayudar a los duendes a redimirse con el Director Atilio. Pusieron en práctica un plan que incluía arreglar los desastres que los duendes habían causado y pedirles disculpas al director.

El Director Atilio, al ver el esfuerzo y la nobleza de los niños, comprendió que los duendes no querían hacerle daño, solo buscaban diversión. Con el corazón lleno de gratitud, el Director Atilio les enseñó a los duendes los límites de sus travesuras y cómo divertirse sin causar problemas.

Desde entonces, el colegio volvió a ser un lugar de armonía y alegría, y todos aprendieron una valiosa lección sobre comprensión, perdón y amistad.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!