El misterio de los gigantes mágicos



Pukä y Lan vivían en un pequeño pueblo rodeado de majestuosos árboles. Un día, decidieron adentrarse en el bosque para explorar. Mientras caminaban, Pukä notó algo increíble. -¡Mira, Lan! ¡Ese árbol parece tener un esqueleto fuerte y resistente! -exclamó emocionado.

Lan se acercó y asintió maravillada. -Sí, es como si los árboles fueran gigantes mágicos escondiendo muchos misterios. De repente, escucharon un susurro en el viento. -¡Hola, pequeños exploradores! -dijo una suave voz.

Sorprendidos, Pukä y Lan buscaron su origen y descubrieron que provenía de un antiguo árbol. -¿Quién eres? -preguntó Pukä, con los ojos llenos de asombro. -Soy Olmo, el guardián del bosque. Los árboles somos más que lo que ven sus ojos.

Tenemos un esqueleto fuerte y resistente que nos sostiene, y nuestras hojas son como manos que cuidan y protegen a los seres vivos que dependen de nosotros. Pukä y Lan escucharon con atención mientras Olmo les contaba sobre la magia y el misterio de los árboles.

A partir de ese día, los dos amigos visitaban al sabio Olmo con frecuencia. A medida que aprendían más sobre los árboles, se dieron cuenta de la importancia de cuidar y respetar la naturaleza.

Con el tiempo, compartieron su conocimiento con los habitantes del pueblo, inspirándolos a plantar árboles y conservar el bosque.

Pukä y Lan se convirtieron en defensores de la naturaleza, enseñando a todos que, al igual que los gigantes mágicos del bosque, la verdadera magia está en cuidar y proteger nuestro entorno.

FIN.

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