El Misterio de los Libros Antiguos

Había una vez, en un pequeño pueblo llamado San Martín, una chica llamada Valentina que estaba a punto de cumplir 18 años. Se acercaba la fecha y ella quería hacerle un regalo muy especial a su novio, Tomás. Después de pensarlo mucho, decidió que nada sería mejor que unos libros antiguos que lo apasionaran. Tomás amaba leer y siempre soñaba con poseer una colección única.

Un día, mientras caminaba por el mercado de antigüedades, Valentina encontró una pequeña tienda que no había visto antes. La tienda parecía mágica, llena de objetos raros y curiosos. Al entrar, el aroma a libros viejos la envolvió.

"¡Hola!" - dijo Valentina, sorprendida de ver a una anciana detrás del mostrador."Busco libros antiguos, algo especial para un regalo."

La anciana sonrió y empezó a mostrarle algunos libros de cubierta desgastada.

"Estos libros tienen historias que han viajado a través del tiempo, querida. Pero, hay un libro en especial que es muy raro y tiene un secreto. Solo puede ser leído por alguien de corazón puro." - le comentó la anciana con un tono misterioso.

Intrigada, Valentina preguntó."¿Dónde lo puedo encontrar?"

La anciana le indicó un estante en la parte trasera de la tienda donde había una colección de libros antiguos, pero uno en particular parecía brillar con una luz especial. Al acercarse, vio que la tapa estaba cubierta de polvo y telarañas. Con cuidado, lo sacó y lo limpió. Al abrirlo, las páginas estaban en blanco, pero había una nota: "Para leer, debes resolver tres acertijos."

Valentina, emocionada, decidió que debía intentar resolver los acertijos para descubrir qué secretos guardaba el libro. Llevó el libro a su casa y se sentó a pensar. El primer acertijo decía: "En la oscuridad yo brillaré, en el cielo me podrás encontrar. ¿Qué soy?"

Después de un rato, se le iluminó la mente."¡Una estrella!" - gritó. Al escribir la respuesta en la página del libro, unas letras comenzaron a aparecer.

El segundo acertijo fue más complicado."Soy algo que no puedes ver, pero siempre estoy presente en tu vida. A veces me oyes, a veces me ignoras. ¿Qué soy?"

Valentina se quedó en silencio, pensando hasta que finalmente dijo."¡El viento!"

Al escribir nuevamente la respuesta, la página volvió a llenarse de texto, revelando más pistas sobre el libro.

Finalmente, llegó el tercer acertijo."Soy un espejo, pero ni siquiera puedo ser tocado. Reflejo tu alma en todo mi esplendor. ¿Qué soy?"

Valentina se sintió un poco perdida, pero una idea cruzó su mente: "¡Es el corazón!" - opinó con seguridad.

Escribió la respuesta y de repente, las páginas del libro comenzaron a girar y una luz brillante envolvió toda la habitación. Valentina se asustó y cuando la luz se extinguió, se encontró frente a una puerta misteriosa en su habitación.

Valentina, con el corazón latiendo rápido, sintió que debía abrirla. A través de la puerta, encontró un mundo lleno de colores vivos y criaturas mágicas. Al fondo, vio a Tomás, sonriendo mientras leía un libro.

"¿Todo esto es real?" - preguntó Valentina.

Tomás, mirándola a los ojos, le contestó."Todo lo que ves es tu creación, porque valiente eres."

Valentina se dio cuenta de que el regalo que había planeado no solo era un libro, sino una aventura en la que ambos podían sumergirse.

Desde ese día, Valentina y Tomás aprendieron a explorar no solo libros antiguos, sino la magia de la lectura y la imaginación. Comprendieron que cada historia tiene su propio mundo que los invita a soñar y a crear, convirtiendo así su amor por la lectura en algo aún más grandioso.