El misterio de los libros encantados
El castillo de la princesa Clara estaba lleno de emoción y alegría. Todos estaban ocupados preparando los detalles para la fiesta de cumpleaños.
La mamá Carolina se encargaba de los dulces y pasteles, mientras que el papá Alfonso organizaba las decoraciones y las invitaciones. Clara, por su parte, estaba muy emocionada. Aunque solo tenía 3 años, ya era una niña muy curiosa y siempre quería ayudar en todo lo que podía.
Pero sus travesuras a veces causaban pequeños problemas. Un día, mientras todos estaban ocupados con los preparativos de la fiesta, Clara decidió explorar el castillo en busca de nuevas aventuras.
Caminó por los pasillos y subió escaleras hasta llegar a una puerta misteriosa que nunca antes había abierto. Sin dudarlo un segundo, Clara giró el picaporte y abrió la puerta lentamente. Para su sorpresa, descubrió una habitación llena de libros antiguos y polvorientos. - ¡Wow! ¡Qué interesante! - exclamó Clara entusiasmada.
La princesa comenzó a hojear uno tras otro los libros que encontraba en la habitación secreta. Cada libro contaba historias fascinantes sobre diferentes lugares del mundo: selvas exóticas, océanos profundos e incluso planetas lejanos.
Mientras tanto, afuera del castillo se acercaba rápidamente el día del cumpleaños de Clara. Los invitados empezaron a llegar al castillo con regalos envueltos en papel brillante y sonrisas llenas de felicidad.
Pero cuando llegaron al salón de fiestas, se dieron cuenta de que algo faltaba: ¡la princesa Clara no estaba en ninguna parte! - ¿Dónde está la cumpleañera? - preguntó uno de los invitados. - No lo sé, la hemos buscado por todas partes - respondió preocupada mamá Carolina.
El papá Alfonso decidió revisar el castillo una vez más y, para su sorpresa, encontró a Clara en la habitación secreta. - ¡Clara! ¡Te hemos estado buscando por todos lados! Estamos a punto de comenzar tu fiesta de cumpleaños - exclamó el papá Alfonso.
Clara miró a su papá con ojos llenos de emoción y le mostró los libros que había encontrado. Le contó sobre las increíbles historias que había leído y cómo cada una la había transportado a lugares maravillosos en su imaginación.
El papá Alfonso sonrió orgulloso y entendió que esa curiosidad e imaginación eran cualidades especiales en su hija. Decidieron compartir esas historias con todos los invitados como parte de la celebración del cumpleaños.
Así, mientras se servían las tortas y los dulces, el papá Alfonso narraba las aventuras fantásticas que Clara había descubierto en los libros antiguos. Todos escuchaban atentamente y se dejaban llevar por la magia de las palabras.
La fiesta fue un éxito gracias a la curiosidad y valentía de Clara. A partir de ese día, ella comprendió que siempre habría nuevas aventuras esperándola si abría su mente a lo desconocido.
Y así, junto a su familia, la princesa Clara vivió muchas más historias maravillosas y llenas de aprendizaje. Fin.
FIN.